Sevilla, desde que este pasado resultase elegida como futura sede de la Agencia Espacial Española por delante de Teruel, Ciudad Real, León o l’Hospitalet de Llobregat, tiene un cierto color –discúlpenme Los del Río, a quienes conviene recordar que la bien traída ocurrencia es cosa del alcalde hispalense Antonio Muñoz- “espacial”, pero eso no es por casualidad. Es el resultado de un trabajo serio de años a favor de las tecnologías que, algún día, nos llevarán a poner el pie en otros planetas y que tienen en España uno de sus máximos exponentes en el Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía Aerópolis. Allí, entre otras muchas, tiene su sede Solar Mems Technologies, la única empresa española que fabrica sensores solares para satélites.

solar mems
Imagen de una reciente visita de Isabel Rodríguez, Ministra de Política Territorial y Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla, a la empresa

Desde 2009

El proyecto de Solar Mems Technologies arrancó en 2009 e incorpora a un equipo formado por profesionales de en torno a 30 años y con formaciones diversas. La empresa tiene su origen en la Universidad de Sevilla, colabora con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y, entre sus clientes, figuran la NASA, el Centre National d'Etudes Spatiales (CNES) francés y el  Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt (DLR), alemán. El 98% de su volumen de negocio se vincula a empresas extranjeras y su máximo responsable, José Miguel Moreno, ha sido distinguido este año como Directivo del Año por la asociación de empresas del sector Andalucía Aerospace. Se dedican, como el mismo explica, a fabricar sensores solares y sistemas de seguimiento para satélites, pero sus tecnologías puede emplearse también en proyectos de energías renovables, defensa o desarrollo de drones.

¿Para qué sirve un sensor solar?

Los sensores solares detectan la posición exacta del sol en cada momento y transmiten el dato al satélite en el que se integran para que éste pueda, por ejemplo, posicionar correctamente sus paneles solares u orientar de forma adecuada sus antenas transmisoras hacia la Tierra. Del mismo modo que detectan la luz del sol pueden, por supuesto, detectar la de cualquier otra estrella. Los dispositivos que se fabrican en Sevilla son, actualmente, los más pequeños del mercado. A excepción de algunos microchips muy determinados que llegan desde Madrid o Barcelona, se ensamblan íntegramente en las instalaciones de Solar Mems Technologies. En 2002 facturaron dos millones de euros, pero en 2023 esperan doblar la cifra. A Medio plazo, piensan incluso en abrir en Florida (el estado americano con más color espacial) una filial. Sobre el valor de la Agencia Espacial Española, lo tienen claro: es una oportunidad porque servirá como ventanilla única para que empresas e instituciones puedan acceder con más facilidades a todas las gestiones vinculadas a un sector que, cada año, crece más en nuestro país.