Una de las cuestiones más espinosas durante la pandemia de la Covid-19 ha sido el de las estadísticas. Por este motivo, es importante destacar iniciativas como la de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) que lleva a cabo desde mediados de este mes de junio el desarrollo del Registro Nacional de pacientes afectados por la Covid-19 (RECOVID).

Más de 40 hospitales ya han comprometido su participación en este gran registro que pretende recopilar y registrar numerosos parámetros demográficos, clínicos y del tratamiento utilizado en 5.000 pacientes que han padecido la Covid-19 en esta primera oleada de la epidemia y que han sido atendidos por neumólogos y profesionales de otras especialidades.

De esta forma, se pretende analizar el perfil de los pacientes atendidos tanto dentro del hospital como fuera de este, conocer sus factores de riesgo, tanto de buena evolución como de mal pronóstico y el tratamiento empleado. Se evaluará también la mortalidad durante el ingreso y a los 30 días.

Los expertos destacan que durante unos meses se ha tenido que atender a los pacientes con Covid-19 sin disponer de la evidencia científica suficiente y necesaria para tomar decisiones clínicas. Algunos pacientes han evolucionado bien, otros no tan bien y otros lamentablemente han fallecido a causa del nuevo coronavirus. Por este motivo, recopilar todos los datos e información de los pacientes que se ha atendido puede ayudar a comprender y averiguar cuáles fueron los tratamientos que funcionaron mejor y los que no, de cara a atender mejor a los pacientes de Covid-19 en una eventual segunda oleada.

El nuevo registro RECOVID incluirá una parte retrospectiva, referente al episodio agudo de Covid-19, y una parte prospectiva de seguimiento durante un año de los supervivientes. De forma retrospectiva, los profesionales participantes revisarán las historias clínicas de los pacientes que han precisado atención hospitalaria por Covid-19 para conocer sus características clínicas y poder averiguar qué variables se asocian a una peor evolución clínica y qué intervenciones son más efectivas para controlarla. De forma prospectiva, el objetivo es conocer las secuelas radiológicas y funcionales que presenten los pacientes, la necesidad de tratamientos que requieran y la frecuencia de reingresos hospitalarios que precisen durante el seguimiento posterior al episodio agudo de Covid-19.

Para ello, se realizarán visitas de control a los 3, 6 y 12 meses, en las que se recogerán datos referentes a los síntomas de los pacientes, así como a las exploraciones complementarias, los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que se consideren necesarios para su adecuado control, entre otros datos. En cuanto al timing, los profesionales que participen podrán comenzar a incluir los datos de sus pacientes y la previsión es que se complete en un promedio de 3 meses (entre 2 y 4), a fin de obtener una fotografía de lo sucedido durante la primera oleada de la epidemia en España y disponer así de información muy valiosa para poder afrontar una posible segunda oleada o rebrote.