La menopausia es una etapa inevitable en la vida de toda mujer, pero no por ello debe ser un período de malestar constante. Según estudios recientes de Dexeus Dona, cerca del 80% de las mujeres entre 40 y 70 años experimentan algún síntoma de la menopausia, y casi la mitad asegura que estos efectos repercuten de manera significativa en su vida cotidiana y laboral. Sin embargo, solo un 30% recibe asesoramiento médico específico sobre esta etapa.

Con el objetivo de cambiar esta realidad, Dexeus Dona ha creado el Programa Dexeus Midlife, una iniciativa pionera para detectar de manera precoz los primeros signos de la menopausia y ofrecer una atención integral adaptada a cada mujer. Según la Dra. Antonella de Ponte, especialista en ginecología del centro, la atención tradicional estaba centrada en la detección de cánceres ginecológicos, mientras que la menopausia había quedado en segundo plano. “Hay muchos ginecólogos, pero pocos especialistas en menopausia. Con este programa, los profesionales tienen más herramientas para asesorar de manera completa a las pacientes”, explica.

Detectar precozmente para prevenir problemas

No todas las mujeres experimentan la menopausia igual, pero detectar los primeros síntomas es clave. La Dra. Antonella de Ponte explica a El Nacional.cat que “muchas mujeres presentan signos que no relacionan con el cambio hormonal, como el cansancio o alteraciones del ánimo. Si no se entiende bien lo que pasa, puede provocar depresión, bajas laborales o dificultades en las relaciones familiares”.

Los síntomas más habituales incluyen sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal, alteraciones del sueño, disminución del deseo sexual y cambios de humor. Muchas mujeres tampoco saben cuándo están en perimenopausia o postmenopausia, lo que dificulta una detección precoz. “Es una etapa fisiológica, no una enfermedad, pero tiene un impacto real en la calidad de vida. Es necesaria información y educación para que las pacientes puedan reconocer y gestionar estos cambios”, añade la doctora.

La actividad física: la clave para sentirse mejor

Uno de los pilares del programa es la actividad física. La recomendación es clara: 150 minutos de ejercicio cardiovascular a la semana, combinados con unos 30 minutos de entrenamiento de fuerza dos o tres veces semanalmente. Esta rutina ayuda a mejorar el sueño, reducir los cambios de humor, mantener la masa muscular y prevenir enfermedades cardiovasculares, que aumentan con los cambios hormonales.

“La clave es que la paciente encuentre una actividad que le guste y pueda incorporar a su rutina. No hace falta buscar un rendimiento alto ni objetivos difíciles: caminar, correr, nadar, bailar o ir en bicicleta son opciones excelentes. Lo importante es la constancia”, señala la Dra. de Ponte. Para el mantenimiento de la fuerza y la salud ósea, recomienda ejercicios con pesas, bandas elásticas, yoga, pilates o estiramientos, siempre adaptados a cada persona.

Además de la actividad física, el estilo de vida juega un papel fundamental. La Dra. de Ponte recomienda una dieta mediterránea y antiinflamatoria, rica en fruta y verdura de temporada, proteínas de alta calidad, grasas saludables como el Omega-3 de los pescados y calcio, ya sea a través de lácteos o bebidas vegetales. También subraya la importancia de la gestión del estrés con técnicas de respiración, mindfulness y tiempo para uno mismo, que ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.

Suelo pélvico y fisioterapia

Otro aspecto esencial es el trabajo del suelo pélvico. Con la menopausia, la disminución de la absorción de proteínas y la pérdida de tono muscular pueden provocar problemas urinarios y debilidad de la musculatura genital. La fisioterapia específica permite reforzar esta zona y mejorar la funcionalidad, previniendo molestias y pérdidas de orina. “Este tipo de ejercicios requiere asesoramiento, ya que no siempre sabemos cómo contraer correctamente la musculatura del suelo pélvico”, explica la doctora.

Tratamientos personalizados y mirada integral

Cuando los cambios de estilo de vida no son suficientes, el programa ofrece un abordaje integrativo personalizado. Incluye terapias naturales, suplementación, planes de alimentación y recomendaciones deportivas adaptadas, así como seguimiento por especialistas en fisioterapia, sueño y endocrinología. También se incluyen tratamientos de ginecología regenerativa y funcional, como láser vaginal, mesoterapia o plasma rico en plaquetas, para tratar sequedad, atrofia vaginal y problemas urinarios derivados de la menopausia.

Salud sexual y empoderamiento

La Dra. Antonella de Ponte subraya que la menopausia afecta también la sexualidad y la salud mental. “Muchas veces ni se pregunta a las pacientes sobre lubricación, orgasmo o deseo sexual. El autoconocimiento del cuerpo es fundamental, y desde el programa ofrecemos asesoramiento sexual individualizado, porque la sexualidad no tiene edad ni límite”.

El conocimiento es, en palabras de la doctora, la clave para empoderar a la mujer: “Si las pacientes entienden qué está pasando en su cuerpo, podrán detectar los síntomas a tiempo y actuar para prevenir que impacten en su calidad de vida”.

Con este enfoque integral, Dexeus Dona busca que la menopausia deje de ser una etapa desconocida o temida, y se convierta en un período en el que las mujeres pueden mantener su calidad de vida, salud y autonomía. La combinación de ejercicio, nutrición, fisioterapia, tratamientos especializados y empoderamiento hace del Programa Dexeus Midlife una herramienta pionera para afrontar con confianza este momento vital. “La menopausia no es una enfermedad, es un cambio natural. Pero con información, actividad física y atención personalizada, las mujeres pueden vivirla de manera plena y saludable", concluye la doctora.