Son tres de las dietas más famosas del mundo, aunque por distintos motivos y algunas con mayor apoyo científico que otras. La Mediterránea, calificada por la OMS como una de las más saludables del mundo, la Paleo, que genera tantos adeptos como controversia científica y el Ayuno intermitente, que cada vez cuenta con más respaldo por sus posibles beneficios.
Ahora, un equipo de expertos de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), ha analizado cada una de ellas para encontrar los posibles beneficios en cuanto a la pérdida de peso y para salud en general de un grupo adultos con sobrepeso. El estudio ha durado un año, aunque la adherencia a las dietas disminuyó considerablemente a lo largo del tiempo.
En el caso del Ayuno intermitente, los participantes limitaron su consumo de alimentos a aproximadamente el 25 por ciento de su dieta habitual (500 calorías en el caso mujeres y 600 en el de los hombres) durante dos días. Fue la que conllevó una mayor pérdida de peso. En concreto, después de 12 meses, la pérdida de peso de media fue de 4 kg en aquellos que eligieron la del Ayuno, 2,8 kg en la Mediterránea y 1 en la dieta Paleo.
Los que siguieron la dieta Mediterránea, aumentaron el consumo de frutas, verduras, panes y cereales integrales, legumbres, nueces, semillas y aceite de oliva con cantidades moderadas de pescado, pollo, huevos y agenda y carne roja una vez a la semana o menos. La conclusión es que mejoraron los niveles de azúcar en sangre y, aunque la pérdida de peso fue más modesta, se notaron otros beneficios como la mejora en las cifras de presión arterial.
Por último, los que siguieron la dieta Paleo, redujeron la ingesta de alimentos procesados y aumentaron el consumo de frutas y verduras, proteínas animales, nueces, productos de coco y aceite de oliva virgen extra. Mientras que las dietas Paleo son más estrictas, en este caso los expertos utilizaron una versión modificada que incluía algunos lácteos, así como hasta una porción diaria de legumbres y alimentos a base de semillas y cereales integrales. La mitad de las personas que la hizo, experimentó pérdida de peso.
Cuando les dieron a elegir, la mayoría de los 250 participantes (54 por ciento) eligieron la dieta del Ayuno intermitente, mientras que el 27 por ciento eligió la Mediterránea y el 18 por ciento la Paleo. Después de 12 meses, la dieta mediterránea se convirtió en la que mejores datos tenían de permanencia, con un 57 por ciento frente al 54 de la del Ayuno y el 35 por ciento de la Paleo.
Según los expertos, este estudio demuestra que no hay una sola dieta correcta, sino más bien una variedad de opciones que pueden adaptarse a distintas personas y en diferentes circunstancias