En 2019, Inglaterra se marcó para 2030 el objetivo de convertirse en un país libre de humo, es decir, tener menos de un 5% de fumadores. Y, para conseguirlo, ha apostado por la combinación de las restricciones al tabaco tradicional y el fomento de alternativas menos dañinas como el vapeo (cigarros electrónicos). Los datos reflejan que esta estrategia está surtiendo efecto: en menos de seis años, del 2019 hasta ahora, el porcentaje de fumadores ha pasado del 13,9% al 10%. Cuatro puntos en menos de seis años, nada mal, ¿verdad?

Del 2019 al 2025, la tasa de fumadores en Inglaterra ha bajado del 13,9% al 10%

Sin duda, este éxito se debe en buena parte a la apuesta del gobierno inglés por el vapeo como herramienta de reducción de daños. ¿Pero qué ha hecho exactamente en este sentido? A continuación, detallamos algunas de las medidas más destacadas:

  • En 2019, el organismo gubernamental Public Health England (PHE) declaró que vapear es al menos un 95% menos dañino que fumar y el sistema de salud pública inglés, el National Health Service (NHS), incluyó el vapeo como una opción válida para dejar de fumar. Así pues, el gobierno optó por educar en vez de prohibir, destacando que, aunque vapear no es inocuo, es mucho menos perjudicial que el cigarrillo tradicional.
  • Entre 2020 y 2022, reforzaron campañas informativas y servicios del NHS para dejar de fumar, incluyendo el vapeo entre las opciones recomendadas.
  • En 2023, ofrecieron kits de vapeo gratuitos a hasta un millón de fumadores adultos y se implementaron incentivos económicos para dejar el tabaco, especialmente en poblaciones vulnerables como mujeres embarazadas.

Todo ello, ha hecho que, actualmente, el número de personas que vapean supere por primera vez el número de fumadores.

Vapear no es inocuo, pero es mucho menos perjudicial que el cigarrillo, según el organismo Public Health England

El gobierno inglés, claro está, no ha fomentado el vapeador a ciegas, existen muchos estudios científicos que lo validan como una alternativa al cigarrillo menos perjudicial para la salud y efectiva para dejar de fumar. A continuación, te citamos tres de ellos.

Foto: Pexels

3 estudios científicos que validan el vapeo como alternativa menos dañina al cigarrillo


1. Evidencia científica del PHE
En septiembre del 2022, el PHE publicó su última revisión de evidencia científica sobre los cigarrillos electrónicos, realizada por expertos independientes. Las principales conclusiones son:

  • A corto y medio plazo, el vapeo es mucho menos perjudicial que el cigarrillo. El PHE estima que, en términos generales, el vapeo es "al menos un 95% menos perjudicial" que fumar cigarrillos.
     
  • La evidencia científica disponible demuestra que el vapeo es efectivo para dejar fumar. Dicha evidencia sumada a los propios hallazgos sugiere que se debería animar a los fumadores a utilizar productos de vapeo para dejar de fumar.
     
  • En su investigación, el PHE confirma que, a pesar de la evidencia científica disponible, la percepción general sobre los riesgos del vapeo es errónea. Por ello, se necesita abordar la desinformación que afecta en las decisiones de los fumadores. 

2. Mitos y realidades del vapeo según el (NHS) inglés
El NHS recoge en su web de manera clara los “mitos y realidades del vapeo”, abordando los principales mitos existentes en torno al vapeo y los contraponía a los hechos basados en evidencia científica. Dicho artículo recoge que:

• Los vapeadores de nicotina son más eficaces que las terapias de reemplazo de nicotina, como los parches o los chicles.

• Aunque la nicotina es adictiva, es relativamente inocua para la salud. Son las sustancias químicas tóxicas presentes en el humo del tabaco las que causan casi todos los daños del tabaco.

• De momento, no hay pruebas de que vapear sea perjudicial para los del entorno y es probable que los riesgos sean muy bajos.

3. Cochrane: la eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar
Cochrane es una red internacional con sede en Inglaterra, registrada sin ánimo de lucro y miembro del Consejo Nacional de Organizaciones Voluntarias del Reino Unido. Esta organización elabora revisiones sistemáticas, publicadas en la Cochrane Library, para ayudar a la ciudadania a tomar decisiones en materia de salud con conocimiento de causa.

Pues bien, la última revisión de Cochrane ha encontrado evidencias que los cigarrillos electrónicos de nicotina son más eficaces que la terapia tradicional de sustitución de nicotina para ayudar a las personas a dejar de fumar.

Potencial ahorro en el gasto sanitario al pasar del cigarrillo a alternativas sin humo

Si hablamos de finanzas, uno de los argumentos más sólidos a favor de la transición del cigarrillo convencional a alternativas como el vapeo, es el impacto positivo que tendría en el sistema sanitario público. Varios estudios han analizado el potencial de ahorro en gasto sanitario si se redujeran las enfermedades asociadas al tabaquismo.

Concretamente, destacan las investigaciones del economista Francesco Moscone, especializado en economía de la salud, que exploran cómo esta transición no solo puede salvar vidas, sino también aliviar significativamente la carga financiera de los sistemas sanitarios.

Apostar por las alternativas al cigarrillo puede suponer un gran ahorro para las instituciones

Junto con la Universidad de Brunel, realizó un estudio sobre esta cuestión. Y los resultados son muy claros: si el 50% de los fumadores de Inglaterra se pasara al vapeo,  el NHS podría ahorrar más de 500 millones de libras (583 millones de euros) al año  

 Inglaterra y el vapeo: una estrategia efectiva de salud pública

El caso de Inglaterra demuestra que una estrategia basada en la reducción del daño, la evidencia científica y la innovación puede marcar una diferencia real en la salud pública. Y es que apostar por el vapeo como alternativa menos perjudicial no solo ha contribuido a que millones de personas dejen el tabaco, sino que también ha abierto la puerta a un ahorro significativo para el sistema sanitario.

Así pues, mientras muchos países siguen atrapados en debates ideológicos, Inglaterra avanza con datos, resultados y una meta clara: un futuro libre de humo.