El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido este miércoles a Benjamin Netanyahu de que la Flotilla “no representa ningún peligro ni ninguna amenaza” para Israel. Lo ha dicho en declaraciones a los periodistas a su llegada a una cumbre europea en Copenhague (Dinamarca), justo cuando este grupo de barcos que transporta ayuda humanitaria para palestinos se acerca a la Franja de Gaza y se encuentra ya dentro de la zona de exclusión controlada por el ejército israelí. “Espero que Netanyahu tampoco amenace”, ha rematado el máximo líder socialista sin pronunciarse sobre el gran tema del día: si la nave militar española Furor también debería acompañar a la Flotilla dentro de esta ‘zona prohibida’ con el fin de asistirla en caso de que sea atacada.
El Gobierno emitió un comunicado este martes por la noche en el que pedía a la Flotilla que diera marcha atrás. Avisaba a los activistas propalestinos que salieron por primera vez de Barcelona el domingo 31 de agosto en dirección hacia Gaza del "riesgo importante" de entrar en la zona de exclusión marcada por el ejército de Israel. España, de igual forma que Italia, envió una nave de salvamento marítimo del ejército para escoltar a la Flotilla y salvar a los tripulantes si fuera necesario. Sin embargo, la Moncloa avisa ahora de que en ningún caso la nave del ejército español continuará hasta entrar en la llamada zona crítica delimitada por Israel.
Pedro Sánchez: “Es una misión humanitaria que no se habría producido si se hubiera permitido la entrada de ayuda”
Sánchez, en sus declaraciones de este miércoles, ha recordado que su ejecutivo ha estado en los últimos días “en contacto con ellos” y que ha enviado este barco militar para ayudar en cualquier rescate si este fuera necesario. “Los nacionales contarán con toda nuestra protección diplomática”, ha añadido. “También hemos hablado con países que tienen integrantes”, ha destacado el presidente español justo antes de lamentar que esta misión es “humanitaria” y que “no hubiera tenido lugar si el gobierno israelí hubiera permitido la entrada de ayuda en la Franja de Gaza”.
Ha hecho un mayor llamamiento a dar marcha atrás la ministra de Defensa, Margarita Robles. También en declaraciones a los periodistas en Barcelona, ha afirmado que “comporta un riesgo enorme entrar” en la llamada zona crítica delimitada por Israel. Asimismo, ya ha avanzado que la nave militar Furor se quedará “por la zona, sin entrar” dentro de las aguas de exclusión. “Hay que poner la balanza de la responsabilidad y tener en cuenta que hay riesgo para la vida de las personas de la Flotilla y del Furor”, ha señalado. De hecho, el activista brasileño Thiago Ávila, a bordo de la misión propalestina, ha denunciado que una nave militar israelí ha pasado entre las embarcaciones de la Flotilla y ha empezado a rodear a los dos barcos principales, el Alma y el Sirius, de manera intimidatoria con maniobras "peligrosas". Y ha explicado que sus comunicaciones han quedado dañadas
Diferencias dentro del Gobierno de PSOE y Sumar
A pesar de que PSOE y Sumar vayan en armonía en la denuncia del genocidio de palestinos por parte de Israel, hay algunas disonancias dentro del Gobierno que se han acentuado en las últimas horas. Este martes socialistas y yolandistas desafinaban en la reacción al acuerdo entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu. Y este miércoles las diferencias supuran por la respuesta que debe dar el ejecutivo de Pedro Sánchez a la aproximación a Gaza de la Flotilla que lleva ayuda humanitaria. La rama del PSOE insta a este grupo de barcos a dar marcha atrás y advierte de que la nave militar española enviada para asistirles no continuará a su lado si se adentra en aguas controladas por el ejército israelí, mientras que Sumar aboga por proteger a la Flotilla.