En los despachos del Barça hay nombres que van y vienen, pero no todos pasan el filtro del entrenador. Y en este caso, Hansi Flick ha sido tan claro como contundente. Joao Cancelo ha sido ofrecido, vuelto a ofrecer y puesto encima de la mesa como una oportunidad de mercado y Flick ha dicho no. Un no rotundo. Sin matices.
El técnico alemán no ha tardado en trasladarle su postura a Deco. Cancelo no encaja en su idea de equipo, ni en su modelo defensivo ni en la exigencia táctica que quiere implantar desde el primer día. Flick quiere laterales fiables, disciplinados y que no desconecten. Y ahí es donde el portugués no pasa el examen y ya lo demostró hace unas temporadas.
Flick no compra el perfil de Cancelo
Aunque Cancelo pueda jugar en ambos costados y tenga talento de sobra con el balón, Flick ve demasiados riesgos. En portugués no le convence, en el trabajo sin balón genera dudas y, sobre todo, no confía en su capacidad para adaptarse a una línea adelantada y a un sistema de fuera de juego muy estricto. Para el alemán, ese detalle es clave. Y Cancelo no le da garantías.
Además, Flick considera que el portugués tiende a jugar demasiado por libre. Mucha calidad, sí, pero poca constancia. Y en un Barça que quiere reconstruirse desde el orden, ese tipo de perfil no suma. El mensaje interno ha sido claro: prefiere un lateral menos mediático pero más fiable que un nombre grande que complique el engranaje.
Deco lo tenía en mente, pero queda descartado
Deco valoraba la operación por pura lógica de mercado. Cancelo podría llegar a coste cero o por una cifra muy baja, algo muy tentador para la economía del club. Pero Flick ha frenado cualquier intento antes de que el tema avanzara. No quiere abrir debates ni generar ruido con un jugador que no considera prioritario. En el Barça asumen ya que Cancelo está completamente descartado. No es una cuestión económica ni contractual. Es puramente deportiva. Flick quiere construir una defensa sólida, reconocible y trabajadora, y no está dispuesto a hacer concesiones por talento individual.
El técnico alemán sabe que su margen de error es mínimo y no quiere repetir errores del pasado. Prefiere perfiles comprometidos, intensos y obedientes tácticamente. Cancelo, por muy brillante que sea en ataque, no entra en ese molde. Así, otro nombre más que se cae de la lista. En el Barça toman nota, porque Flick manda y sus decisiones no son negociables.