Junts se ha propuesto presentar batalla hasta el último momento en el pulso para defender la inmunidad de sus eurodiputados, Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. La estrategia de los independentistas, aprovechando la notoriedad que el proceso del suplicatorio les ha otorgado, se basa en advertir a la UE que lo que está en juego no es tan solo el pulso político que se vive en Catalunya con el Estado, sino que su caso también plantea un desafío para el funcionamiento de la democracia europea. En la recta final del suplicatorio, el objetivo de los independentistas es arañar hasta el último voto que sea posible de cara a la votación de este lunes.

Durante la última semana Carles Puigdemont ha protagonizado un auténtico maratón de entrevistas en una veintena de medios de toda Europa, para explicar las reivindicaciones independentistas pero también el reto que la votación del suplicatorio representa para la UE. "No se trata de mí sino de la credibilidad del Parlamento Europeo", aseguraba ayer al diario austríaco Die Presse.

Votación compleja

La votación del 23 de febrero al Comité de Asuntos Jurídicos, presidido por el eurodiputado de Cs Adrián Vázquez, y con un total de cinco parlamentarios españoles de los 25 que lo integran hizo evidente las dificultades que España está teniendo para garantizar un apoyo claro de la Eurocámara en el pulso con el independentismo.

Aunque el comité está integrado por 7 diputados del grupo popular, 5 del grupo socialista, 5 del grupo Renew -al cual pertenece Cs- y 2 del grupo Conservador y Reformista -del cual forma parte Vox y el ponente del informe favorable al suplicatorio-, el levantamiento de la inmunidad se aprobó sólo con 15 votos a favor. Ocho votos fueron en contra y 2, abstenciones.

Nunca en la cincuentena de suplicatorios que se han votado desde el 2014 el resultado el comisión había sido tan ajustado. La votación en el pleno con 705 eurodiputados resultará todavía más difícil de controlar. Las denuncias de Junts de irregularidades en el procedimiento, las declaraciones de los eurodiputados españoles rompiendo la confidencialidad del proceso y el error de atribuir a Clara Ponsatí un delito del cual no se le acusa no ha hecho más que incrementar el malestar en la Eurocámara.

Un "milagro"

Aunque desde el entorno de Puigdemont se admite que sería un "milagro" conseguir tumbar el suplicatorio, los eurodiputados independentistas no renuncian a hacer evidente las vulnerabilidad del discurso del Estado español en la UE y la incomodidad que provoca en otros estados.

Al día siguiente de la votación en el Comité de Asuntos Jurídicos, Puigdemont declaró en una entrevista a Euronews que seguiría luchando hasta que los diputados hubieran votado el suplicatorio. Y esta última semana ha hecho evidente que no era una simple declaración de intenciones.

Maratón de entrevistas

El equipo de Puigdemont ha preparado una batería de una veintena de entrevistas por toda Europa. Empezó el miércoles en el diario SME de Eslovaquia; al día siguiente advertía a la radio letona LATVIJAS que lo que está en juego no es la independencia de Catalunya sino la democracia europea" y el mismo día se emitía un reportaje con entrevista en TA3 de Eslovaquia.

El día 5, el líder de Junts advertía al diario croata Express que está en juego la credibilidad de Europa y al flamenco De Morgen, que el legado de Franco no ha muerto, mientras que en la entrevista en el italiano La Reppublica insistía en que sólo una amnistía podrá resolver el problema de las 3.000 acusaciones de delitos relacionados con el referéndum. El sábado las entrevistas en Puigdemont se publicaban también en el austríaco Die Presse, en la cadena alemana ADR y la eslovena RTV.

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Entrevista de Puigdemont en La Reppublica

Este domingo se publicaban más entrevistas, al francés Le Journal de Dimanche, en la edición europea de Politico, pero también en el diario búlgaro Club Z, el país al cual pertenece el eurodiputado ultra Angel Dzhambazki que ha redactado el informe a favor de la inmunidad de los tres políticos catalanes.

También este domingo han otorgado espacios a Puigdemont la radiotelevisión pública de Estonia, la televisión polaca, la RTV de Portugal y la húngara Azonnali. Para mañana queda la belga VRT, la agencia Associated Press y Radio4 de Dinamarca.

Apoyos de los grupos

Paralelamente, los eurodiputados de Junts han conseguido apoyos explícitos en la Cámara. El grupo de la Izquierda Unitaria Europea, que cuenta con 39 diputados, comprometió su apoyo el mismo día que se votó en el Comité de Asuntos Jurídicos. La copresidenta del grupo y miembro del Comité, Manon Aubry, expresó su oposición al suplicatorio a través de un tuit en que tildó la decisión del Comitè de "parodia democrática".

La semana pasada fueron el grupo de Los Verdes, que cuenta con 68 diputados, quienes acordaron que votarán en contra de levantar la inmunidad de los tres eurodiputados.

Los apoyos, sin embargo, también han llegado desde el grupo socialista, el segundo de la Cámara con 147 miembros y que está presidido por la española Iratxe García. El exprimer ministro de Malta y miembro de este grupo, Alfred Sant mostró su apoyo a los políticos independentistas a través de Twitter y advirtió que "será un escándalo" si se acepta el suplicatorio.

También 52 exmiembros de la Eurocámara de diferentes países y grupos políticos han hecho pública una carta en que reclaman que se detenga el proceso.

Todo ello llegará este lunes al pleno de la Cámara en una votación secreta que está prevista para las séis y media de la tarde y cuyo resultado se tiene que hacer público formalmente el martes a las 9 de la mañana. En cualquier caso, los eurodiputados han dejado claro que si el Parlamento acuerda el levantamiento de su inmunidad recurrirán la decisión al Tribunal de Justicia de la UE.

 

En la imagen principal, Carles Puigdemont en una imagen en el Parlamento Europeo / Efe