Jornada marcada en Madrid desde la mañana hasta bien entrada la tarde por el caso Koldo. En el Congreso de los Diputados y en el Senado: en la sala de prensa de la Cámara Baja y en el Pleno de la Cámara Alta. El PP y el PSOE se han seguido tirando los trastos a la cabeza y han intensificado el tira y afloja perpetuo que están protagonizando estos días y que, de momento, ha alejado la amnistía de los focos mediáticos y políticos. Si por la mañana la tormenta informativa pasaba por la Carrera de San Jerónimo con un fuego cruzado de declaraciones entre Ferraz y Génova, por la tarde la trinchera se ha desplazado a la Plaza de la Marina Española. Había sesión de control en el Gobierno en el Senado.

La voz del PP la ha alzado, de entrada, a su portavoz en la Cámara Alta. Alícia García, que ha pedido al Gobierno que “encienda la luz y no el ventilador”, ha aseverado que Pedro Sánchez es “el gran encubridor” y ha exhortado a los socios del PSOE a que decidan si “son socios de la corrupción y las mentiras”. García ha definido a María Jesús Montero como “la consejera de los ERE” y “la vicepresidenta de las mordidas” y ha censurado que, “mientras los españoles morían”, el PSOE “se enriquecía”. “Son el gobierno de la mentira, de la amnistía y de la corrupción, con un presidente que está extorsionado por el independentismo y acosado por la corrupción”, ha remachado. Quien ha ido un paso más allá ha sido el senador Salvador de Foronda, que ha acusado a los socialistas de ser “un grupo de socios que viajan en un coche que huele a chorizo y fruta”.

La escudera del PSOE ha sido María Jesús Montero. La vicepresidenta primera del Gobierno ha insistido que los contratos en cuestión fueron “legales” y los procedimientos fueron “correctos” y ha descrito Koldo García como una persona “presuntamente miserable que se ha aprovechado del dolor durante la pandemia”. La número dos de la Moncloa y del PSOE ha lanzado al PP que los populares “crearon la llamada policía patriótica para alterar pruebas” y que Alberto Núñez Feijóo se sienta hoy en “un despacho pagado con dinero negro”.

 

Mientras tanto, por los pasillos del Senado los ministros esquivaban como podían las carreras de los periodistas preguntando por la amnistía. Pocas palabras. Félix Bolaños ha mostrado la confianza de que “pronto” haya fumata blanca y María Jesús Montero ha aseverado que el pacto está “cerca”. Justo esta mañana, la Moncloa defendía una amnistía “impecable” y dejaba la puerta abierta a más modificaciones, aunque no concretaba si aceptará cambios a los delitos de terrorismo y de traición. El nuevo redactado de la ley de amnistía se votará en la Comisión de Justicia en menos de 48 horas. Todavía a la espera de conocer su desenlace y de saber si hay acuerdo entre Junts y el PSOE, la amnistía parece que ha pasado a un segundo término y que el PP ha centrado todos los esfuerzos y los altavoces a repetir y hacer resonar los mensajes sobre el caso Koldo.

Francina Armengol contraataca: “No dejaré que mancillen mi nombre”

El día político había empezado un poco antes de las diez de la mañana, cuando Francina Armengol ha comparecido públicamente para defenderse de las acusaciones que relacionan presuntamente el gobierno balear que ella presidía con el caso Koldo: “No dejaré que mancillen mi nombre, ni el de mi gobierno, ni el de la gente que se dejó la piel para salvar a los ciudadanos”. La actual presidenta del Congreso de los Diputados ha insistido que todos los contratos de aquella época fueron “legales, rigurosos y a decisión de los técnicos” y ha acusado al PP de “haber roto todas las líneas rojas” y querer “embarrarlo todo”. “En el sumario aparece quien aparece, ni yo ni nadie de mi gobierno ni está investigado ni sale en el sumario. Mi gobierno, en todo caso, podría ser víctima, nunca cómplice ni colaborador”, ha proclamado.

La réplica del PP no se ha hecho esperar. Miguel Tellado, el portavoz popular en la Cámara Baja, le ha reprochado que haya dado “mil excusas” y “ni una explicación real”. Tellado ha argüido que Armengol había dejado “más preguntas sin contestar que antes” y ha afirmado que no había “podido desmentir si Koldo o Ábalos contactaron con ella para extender la trama en las Baleares”. “Su salida es más urgente que ayer”, ha reiterado. Hacía 24 horas que el PP había registrado formalmente un escrito en el Congreso reclamando su dimisión.

Desde el mismo atril que Tellado, Patxi López se ha erigido en defensor de Armengol. El portavoz del PSOE en el Congreso ha verbalizado la “frustración” y “rabia contenida” viendo los ataques insistentes del PP contra la expresidenta balear y ha tildado de “teatro del absurdo” y “colmo de los colmos” que quien sale “con nombres y apellidos” en el sumario (en alusión a Miguel Tellado) pida la dimisión de quien no aparece. “Tellado es apto para insultar, mentir y degradar la política”, ha remachado, y ha dejado caer que el PSOE lo hará comparecer en la comisión de investigación del Congreso.

Las comisiones de investigación empiezan a andar

Y es que este martes también ha sido el día que las dos comisiones de investigación que hay sobre la mesa en las Cortes Generales han dado los primeros pasos. En el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, no ha habido sorpresas y la Mesa ha admitido a trámite la iniciativa de los populares. El objetivo de Génova es hacer comparecer “todos los que tenían responsabilidades políticas”, cosa que incluye, por ejemplo, a Pedro Sánchez, Salvador Illa o Francina Armengol. La previsión de la Cámara Alta es que la comisión de investigación reciba luz verde del pleno el próximo martes a las doce del mediodía. A continuación, se tendrá que constituir y tendrá que aprobar su plan de trabajo y el listado de comparecencias.

Menos plácida y más incómodo, según apuntan fuentes presentes en la reunión, ha sido la gestación de la comisión de investigación propuesta por el PSOE en el Congreso con la voluntad de poner la lupa a los “procedimientos de contratación llevados a cabo en las diferentes administraciones públicas”. Durante la reunión de la Mesa de la Cámara Baja, el PP ha pedido a Francina Armengol que se inhibiera de la votación por ser parte afectada, según informan desde el Grupo Popular a ElNacional.cat. Ahora bien, la presidenta ha votado a favor de admitir a trámite la iniciativa del PSOE y, como réplica, los cuatro miembros de la Mesa del PP han decidido no participar en la votación. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha argumentado que “no es razonable poner el zorro a cuidar las gallinas”.

Desde el PSOE, Patxi López ha reprochado a los populares que no paren de pedir explicaciones, pero “cuando se trata de abrir una investigación, prefieran ocultarlo, quizás porque piensan que de allí no saldrán bien parados”. Para el portavoz socialista en el Congreso, es un ejemplo del hecho de ver “la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”. En la misma línea, Gerardo Pisarello, secretario primero de la Mesa y diputado de Sumar, ha considerado que el PP ha hecho una “pirueta extraña”, porque estaban presentes, pero “han querido hacer constar que no han votado”. Pisarello cree que los populares imaginan que “aparecerán implicaciones de su partido que están intentando esconder por todos los medios”.