No dejaré que mancillen mi nombre, ni el de mi gobierno, ni el de la gente que se dejó la piel para salvar a los ciudadanos”. Francina Armengol pasa al ataque después de las acusaciones que relacionan presuntamente el gobierno balear que ella presidía con el caso Koldo. La actual presidenta del Congreso de los Diputados mantiene que todos los contratos de aquella época fueron “legales, rigurosos y a decisión de los técnicos” y acusa al PP de “haber roto todas las líneas rojas” y querer “embarrarlo todo”. “Al sumario aparece quien aparece, ni yo ni nadie de mi gobierno ni está investigado ni sale en el sumario. Mi gobierno, en todo caso, podría ser víctima, nunca cómplice ni colaborador”, ha proclamado en una comparecencia de media hora desde la Cámara Baja.

Su equipo explicaba ayer que la compra de mascarillas a la empresa implicada en el caso Koldo se hizo por una recomendación “fiable” y “creíble” del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, aunque todavía no se ha aclarado como llegó esta propuesta. Armengol, que tampoco ha revelado ese nombre, relata que, en un contexto con una “escasez de material enorme” y donde “todo el mundo competía para intentar comprar material sanitario”, a “todos los miembros del Gobierno” les llegaban “nombres de empresas de diferentes sitios” (por ejemplo, por parte de empresarios, gente que tenía un contacto, administraciones, ministerios o ayuntamientos) donde poder comprar y, “obviamente”, pensaban que “todo el mundo quería ayudar para que la gente estuviera protegida”. ¿Y qué se hacía? Se enviaban todos los nombres al Servei de Salut de les Illes Balears, que era quien “se ponía en contacto con ellas, analizaba lo que ofrecían y decidía técnicamente”.

En cualquier caso, Armengol ha negado con total rotundidad que recibieran presiones del Ministerio de Transportes para que el IB-SALUT firmara el contrato con la empresa del caso Koldo: “Nadie nos dio una orden, ni nos presionó, ni nos coaccionó, ni nos dijo que renunciáramos a reclamar a la empresa el dinero. Nadie es nadie. Yo he gobernado ocho años las Baleares y nunca en la vida he dado ninguna instrucción a nadie para que se contrate una empresa u otra, yo no soy de estas”. Asimismo, Armengol pone de relieve que su ejecutivo enviaba todas las compras a analizar al Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y señala que los resultados de este caso “no decían que fueran malas o fake”, sino que “no filtraban como FFP2, pero servían como mascarillas quirúrgicas”. La reclamación tardó en hacerse porque la administración es “infinitamente más lenta” de lo que ella querría y, en pandemia, estaba “colapsada” y los plazos, que normalmente “no son rápidos y ágiles” se eternizaban.

 

Armengol pasa a la ofensiva contra el PP

Buena parte de la defensa de Francina Armengol ha ido dirigida directamente al Partido Popular, que la ha situado en el ojo del huracán desde hace días: ayer mismo, el PP registró un escrito en el Congreso reclamando su dimisión y la señaló como “presunta colaboradora necesaria” de la trama. La réplica envenenada de la presidenta del Congreso ha sido mostrar la “sorpresa” por el hecho de que quien pide su dimisión “es el único que aparece al sumario”, en referencia a Miguel Tellado, que ayer le pidió que se fuera por “higiene democrática”. El sumario relata que el conseguidor de la trama Koldo tuvo contactos con el portavoz del PP en el Congreso para celebrar con él una reunión, a través de un tal ‘Alberto’, para tratar la reclamación del gobierno balear a la empresa responsable de las mascarillas.

La presidenta del Congreso ha pedido al actual gobierno balear, presidido por la popular Marga Prohens, que aclare “claramente qué ha pasado con el expediente de reclamación para que la empresa devolviera el dinero” y que “quién sale en el sumario explique por qué aparece”. Armengol, que ha subrayado que una de las cosas que más la motivaron para entrar en política fue “la lucha contra la corrupción” en una tierra que “la ha sufrido muy intensamente”, ha pedido “responsabilidad” a los populares porque la ciudadanía “no merece según qué espectáculos y tergiversaciones”: “No todo vale y no todos los políticos somos iguales”.

Su equipo defiende que la oferta del Ministerio de Transportes tenía una “fiabilidad muy alta”

La comparecencia pública de Francina Armengol llega horas después de que su equipo le eximiera de cualquier responsabilidad en la contratación de la empresa Soluciones de Gestión. En una conversación con periodistas, Iago Negueruela, exconsejero y hombre de confianza en el ejecutivo balear, relató que el Servei de Salut de les Illes Balears compró mascarillas a la empresa del caso Koldo a raíz de una recomendación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, cosa que tenía una “fiabilidad muy alta” y “más credibilidad” que la información que procedía de otras fuentes. Sin embargo, no reveló quién fue la persona que contactó con el gobierno balear, afirmó rotundamente que no recibieron “ninguna presión” y destacó que José Luis Ábalos, que en aquel momento era ministro, “no tenía capacidad para presionar”.

Nadie sabía que lo que decía el ministerio podía tener una confabulación detrás”, sentenció Negueruela, y concretó que la compra de mascarillas por un valor de 3,7 millones fue “un contrato de urgencia más” de los que se firmaron durante los tres primeros meses de la pandemia, que ascendieron a “más de noventa millones de euros”.