La medalla de oro de las portadas de hoy es para El País por no publicar. No es broma. La portada no lleva una sola línea sobre la delirante "operación Volhov", que combina, en un solo atestado, un foro internacional en Suiza, el ofrecimiento de Rusia de pagar toda la deuda de Catalunya y 10.000 soldados para octubre de 2017, la recalificación de unos terrenos para una escuela, la COVID-19, la compra de un banco, Julian Assange, el ministro Illa y más, ¡mucho más! Hay un juez, Joaquín Aguirre, titular del primero de instrucción de Barcelona, que con todo eso ha compuesto unos autos y ha ordenado a la Guardia Civil una serie de registros y la detención e interrogatorio de 21 personas, entre ellas David Madí, Xavier Vendrell, Oriol Soler, Josep Lluís Alay, Xavier Vinyals o Josep González-Cambray.

El resto de diarios, con más o menos talento, destacan este frenesí contra el star-system indepe en primera página. Da mucha pena ver el esfuerzo que ponen por arreglar el desaguisado y presentarlo como cosa seria porque, claro, si lo pones en portada es porque lo merece, es un asunto importante del día, aunque no tenga ni pies ni cabeza. La Vanguardia, por ejemplo, titula "Un juez investiga fondos y lazos con Rusia de parte del 'Estado Mayor' del 1-O". Es verdad que lo da por debajo y pequeño, como queriendo decir. Sin embargo, a ver, ¿no te pasa que si lees el titular una segunda y una tercera vez te da la impresión de que algo no encaja? Ara y El Punt avui incluso abren con el tema, aquel con un punto de sorpresa y este con un buen grado de indignación.

Olor a chamusquina

Para estos diarios, la decisión sobre el tema debió ser todo un aprieto. Algunas de los jefes de la redacción quizá propondrían hacer como El País: el mejor desprecio es no hacer aprecio. Todos los periodistas de tribunales conocen bien a los protagonistas e, indudablemente, debía olerles a chamusquina. De entrada, los incriminados y la combinación de acusaciones insólitas. Ya se ha dicho. A seguir, los precedentes investigadores de la Guardia Civil en asuntos ligados al procés, que son los que son, como se ha visto en la sentencia del caso Trapero en el que la fiscalía de la Audiencia Nacional ha renunciado al recurso. Además, la Benemérita ha bautizado la cosa como "operación Volhov", un homenaje a la División Azul, los soldados que Franco envió a ayudar a Hitler a... Rusia. ¿Qué pensarían cuándo pusieron ese nombre? ¿Hubo jolgorio y celebraron el chiste o suscitó debate y dudas? Nunca lo sabremos.

Luego viene el juez. Aguirre se hizo famoso a principios de siglo por el caso Grand Tibidabo, un lío financiero de renombre starring Javier de la Rosa, que tardó cinco años en instruir. Más adelante, un juez de la Audiencia de Barcelona le pediría una sanción por un retraso "inaudito", al tardar casi un año en resolver un caso de "escasa complejidad y extensión". Era un juicio de faltas. La dilación supuso a la víctima perder la indemnización de 7.857 euros. El juez era Santiago Vidal, mira por dónde. En 2011, el fiscal anticorrupción le dejó solo al recurrir el auto que imputaba a seis mossos, incluido el jefe anticorrupción y cuatro mandos. El fiscal, mira por dónde, era Emilio Sánchez-Ulled. En 2017, la Audiencia Provincial recordaba a Aguirre que el "caso Macedonia" —el de aquellos mossos, además de policías nacionales y guardias civiles— no era una "causa compleja" y que se apresurara, que ya llevaba ocho años instruyéndola. El caso acabó en pizza. Hay más historias pero estas, que conoce todo el mundo y están a un clic de Google, pintan al personaje.

Querer creer

Para redondear la situación, la primera noticia de la operación la firma un periodista de un digital madrileño que habitualmente adelanta los registros y detenciones del mundo indepe, o de los Pujol, etcétera. Muchos de los detenidos se enteran por este señor antes de que los agentes se presenten en su casa. Todo el gremio periodístico conoce este particular, no es ninguna novedad.

En fin, que si te explicaran todo esto tu reacción sería preguntar si no es una broma. En cambio, muchos periodistas solemnes y pensantes han decidido poner la 'operación Volhov' en portada como un caso normal. El Periódico incluso titula a toda portada que "han detenido al 'estado mayor' de Puigdemont", como si existiera y todo el asunto fuera algo serio, genuino, auténtico. No se diferencia mucho de las portadas de la derecha mediática madrileña que, saltando sobre los antecedentes del caso y sus actores, han decidido creer esta nueva fabricación con gran fe -ni que sea como El Mundo-, porque "sacude la estrategia del Gobierno", según dice el título sin vergüenza de descubrir sus intenciones.

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