Guion idéntico y desenlace calcado. Koldo García y José Luis Ábalos han seguido el mismo camino y, después de negarse a declarar en el Tribunal Supremo, han continuado en libertad. Hoy ha sido el turno de quien fue asesor del exministro de Transportes, que ha justificado que no ha podido tener acceso a sus dispositivos para contextualizar los audios y las conversaciones de hace siete años que lo incriminan en presuntas irregularidades en adjudicaciones de obras públicas. Pese a ello, y aunque cree que “persisten sólidos indicios de criminalidad”, el juez Leopoldo Puente ha seguido la hoja de ruta de la Fiscalía Anticorrupción y ha optado por dejarlo en libertad y mantener en vigor las mismas medidas cautelares, que hasta ahora han sido “rigurosamente” cumplidas por él: retirada del pasaporte, prohibición de salir del Estado y comparecencias quincenales en los juzgados. El magistrado considera que ninguno de los requisitos para decretar prisión preventiva (que haya riesgo de fuga, de destrucción de pruebas o de reiteración delictiva) “se advierte con la suficiente claridad”. Y concluye que el riesgo de fuga no tiene la entidad suficiente: “La posibilidad, el riesgo, existe siempre en supuestos equivalentes. Aquí concurre también, lógicamente, aunque no con la indispensable intensidad para que, sobre su base, pudiera ser acordada la medida cautelar”.

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Igual que ayer (y que en junio), las acusaciones populares, con el Partido Popular a la cabeza, sí que han pedido que ingrese en prisión preventiva. El juez lo descarta por ahora, pero admite que, habiendo “indicios bastantes de su posible participación en uno o varios delitos de significativa gravedad” con “penas privativas de libertad de importante extensión”, la posibilidad de que quiera sustraerse a la acción de la justicia “no puede nunca descartarse” y el riesgo no es “nunca enteramente descartable”. Sin embargo, “no advierte que sea preciso garantizar su presencia”.

Además, igual que con José Luis Ábalos, arguye que el riesgo de que se pueda fugar es “creciente” conforme “se robustece” el conjunto de indicios de la “posible comisión de graves delitos” sancionados con “penas privativas de libertad muy significativas” y conforme “se aproxima la fecha de celebración del juicio oral”. Asimismo, descarta que un “peligro fundado y concreto” de destrucción de prueba a causa del estado “avanzado” de la investigación. Argumenta que, “dado el tiempo transcurrido” y el conjunto de actuaciones practicadas con un “prolijo” resultado, “no existe elemento alguno que justifique” que Koldo García esté en “disposición de alterar, ocultar o destruir pruebas. Eso sí, reconoce que podría “disponer de una cierta cantidad de dinero, que hasta la fecha no ha sido hallada” y recuerda que es cierto que “mantuvo en el pasado ciertos vínculos con otros países, que se desconoce si persisten”.

 

“Grabaciones muy expresivas y elocuentes”

En el auto, el juez también alude a dos informes clave de la Guardia Civil. El último, que detectó 95.000 euros en ingresos en efectivo a Ábalos sin justificación bancaria, muestra (a juicio del juez) la “posible tenencia” por parte de Koldo de “cantidades importantes de dinero en metálico, indiciariamente procedentes de actividades delictivas”. Por otro lado, el informe de junio que hizo estallar el caso Santos Cerdán contribuyó a “consolidar la consistencia” de los indicios con “muy expresivas y elocuentes grabaciones, aparentemente efectuadas por Koldo García” de conversaciones de las que resultaría la “posible adjudicación indebida de diversas obras públicas”, en “connivencia” con José Luis Ábalos y “terceras personas”.

“Tendré que defenderme y demostrar que están equivocados”

Aunque Koldo García ha mantenido silencio delante del juez, sí que ha ofrecido declaraciones a Mañaneros 360 de Televisión Española desde un párquing cercano al Supremo. Ha defendido que sin sus dispositivos no tiene “ningún tipo de defensa”, ha reiterado su voluntad de “demostrar las cosas paso a paso” y ha dicho que pactaría con la Fiscalía Anticorrupción “si hubiera hecho algo incorrecto”.

— ¿De dónde salía el dinero de Ábalos?
— De él. Si era suyo, era de él. Entonces, yo también tenía dinero. Pero todo esto se demostrará con el juez.
— ¿Le prestó dinero a Ábalos?
— Eso lo tiene que decir el juez y se lo explicaremos a su señoría, todo tiene explicación.
— Las conversaciones reflejadas demuestran que las chistorras eran dinero.
— Yo tendré que defenderme y demostrar que están equivocados.

La tercera declaración delante del juez y una mochila porque es un “hombre prevenido”

Luciendo una boina, llevando una mochila por si tenía que entrar en prisión porque es un “hombre prevenido” y acompañado de su abogada, Letica de la Hoz, Koldo ha llegado al Supremo cuando faltaban diez minutos para las diez de la mañana. El juez lo citó después del último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que lo señalaba como “gestor y custodio” de fondos “opacos” que habrían cobrado él y Ábalos a cambio de presuntas comisiones a cambio de adjudicaciones de obras públicas. Es la tercera vez que Koldo ha estado citado a declarar en el Supremo como investigado y la segunda vez que guarda silencio.

La primera fue el 17 de diciembre, cuando negó que él, Ábalos o Santos Cerdán cobraran comisiones, no reconoció haber cometido ningún delito y desmintió las acusaciones de Víctor de Aldama. La segunda fue el 23 de junio, cuando también se acogió a su derecho a no declarar alegando que su nueva defensa (cambió de abogado pocos días antes) no había tenido acceso a todo lo que se había investigado y esto impedía “ejercer con plenitud el derecho a una defensa efectiva”.