Los primeros testigos que han declarado en el juicio contra el fiscal general del Estado han hecho patentes puntos de fricción en las versiones sobre los hechos que desembocaron en la filtración sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso que está enjuiciando el Tribunal Supremo. Destacan, especialmente, las declaraciones de Pilar Rodríguez (la fiscal jefe provincial de Madrid, que estuvo investigada durante toda la instrucción, pero a quien la Sala de Apelaciones acabó exonerando) y Almudena Lastra (la fiscal superior de la Comunidad de Madrid). La primera ha defendido la necesidad de conseguir los correos en los que el abogado de Alberto González Amador reconocía dos delitos fiscales para clarificar la cronología de los hechos, dejar de “estar a ciegas” y salir de la “gran confusión” que se había generado. En cambio, la segunda era partidaria de ir “más despacio” para poder “pensar con calma” y se quedó “pasmada” cuando supo que Pilar Rodríguez había remitido los correos al fiscal general del Estado. Y, según dice, la riñó: “¿Para qué le mandas los correos? Los van a filtrar”.
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Pilar Rodríguez: “Estábamos a ciegas, había tanta confusión que, lógicamente, se solicitaron los correos”
La primera a declarar ha sido Pilar Rodríguez. Preguntada por el abogado de Alberto González Amador, ha justificado la necesidad de pedir todos los correos intercambiados entre el fiscal Julián Salto y el abogado Carlos Neira para entender la secuencia de los hechos: “Como había tanta confusión en los medios, se solicitaron lógicamente los correos electrónicos”. “Como yo no había conocido los correos porque a mí nadie me había contado [nada] ni de correos ni de conformidad, yo también tengo una gran confusión porque no los he visto nunca”, ha añadido. “Estábamos a ciegas, no conocíamos esas conversaciones”, ha apostillado. Y ha negado que actuaran a escondidas: “Esto no se ha hecho de ninguna de las maneras con clandestinidad. Hay una dación de cuenta desde el día 7 de marzo que está por escrito y absolutamente documentada”.
Posteriormente, a preguntas del abogado del Colegio de la Abogacía de Madrid, Pilar Rodríguez ha justificado que el fiscal general del Estado dijera que era necesario conseguir todos los correos para “cerrar el círculo”. “Hasta que no tenemos todos los correos, no sabemos exactamente de dónde ha salido esa noticia falsa”, ha defendido la fiscal jefa provincial de Madrid. El último correo que les llegó fue el del 12 de marzo, que era la respuesta del fiscal Julián Salto al abogado Carlos Neira. “Era necesario tener ese correo para comprender los otros. El último es el que se estaba tergiversando. Y hasta que el fiscal general del Estado no tuvo toda la información, no comprendíamos lo que estaba pasando”, ha añadido. Asimismo, ha justificado haber sugerido añadir “un poco de cianuro” a la nota de prensa: “Había estado soportando invectivas de la prensa e invectivas de la presidenta de la Comunidad [de Madrid] poniendo en solfa mi profesionalidad y mi imparcialidad, y es un desahogo”, ha verbalizado.
Almudena Lastra: “Las cosas hay que pensarlas con calma”
Lejos de los argumentos que ha esgrimido Pilar Rodríguez, Almudena Lastra se ha mostrado partidaria de no correr tanto. “Cuanta más presión, más despacio voy porque creo que las cosas hay que pensarlas con calma y hay que verlas muy bien antes de salir a decir algo, tenemos que tener muy claro qué decimos, la prudencia me aconsejaba esperar”, ha sostenido. “A esas horas, no sé yo si era momento”, ha añadido. Previamente, había recordado la conversación que mantuvo con Pilar Rodríguez la noche del 13 de marzo sobre los correos: “Me quedé pasmada cuando me dijo que los había enviado al fiscal general del Estado”. Durante la instrucción, relató qué dijo en la llamada: “¿Para qué le mandas los correos? Los van a filtrar”. Y hoy lo ha vuelto a repetir: “Se lo dije literalmente. ‘Pilar, los van a filtrar. Por favor, no hagas nada, deja que me ocupe yo’. Le dije que se fuera a su casa y que no hiciera nada más”, ha señalado. Sin embargo, un rato antes, Pilar Rodríguez lo había negado: “No, a mí se me hubiera encendido una lucecita en mi cerebro si alguien me dice algo así. En cualquier caso, yo jamás me represento que ningún miembro del Ministerio Fiscal vaya a realizar una filtración”.
Otro momento de protagonismo de Almudena Lastra fue el día siguiente por la mañana. Fue cuando, después de llamadas en las que ella no cogió el teléfono, el fiscal general del Estado consiguió hablar con ella por teléfono y ella le preguntó si había filtrado los correos. “Eso ahora no importa”, asegura que le contestó él. “A mí sí que me importaba, se me quedó grabado en el alma”, ha confesado ella hoy. “Estoy segura, se lo dije antes de darle los buenos días, fue lo primero que le dije”, ha insistido. Y ha defendido que su intención era ponerse con la nota “cuando llegara al despacho”. “Soy fiscal, yo trabajo por las mañanas”, ha justificado.
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Almudena Lastra: “Yo creo que Alberto González Amador es un señor particular”
Asimismo, Almudena Lastra ha justificado que la fiscalía madrileña no hiciera una nota de prensa por iniciativa propia sobre el caso de Alberto González Amador. “Yo entendí que esto afectaba a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Nosotros damos notas de prensa cuando es a la propia personalidad. Cuando afecta al entorno familiar de las personas, yo creo que no tenemos que dar una nota de prensa”, ha argumentado. “Yo creo que es un señor particular”, ha apostillado. Y ha mostrado su contrariedad sobre el contenido de la nota de prensa: "No había por qué decir si había reconocido o no había reconocido los hechos, solo había que haber explicado que eso era una conformidad como tantas otras y que no se había dado ninguna instrucción al fiscal del caso, con eso yo creo que habríamos desmentido la noticia", ha defendido. "No creo que sea nuestro papel desvelar una estrategia de defensa de nadie", ha añadido.
También se ha referido a la noticia que publicó El Mundo asegurando falsamente que la Fiscalía había ofrecido un pacto a la pareja de Ayuso (cuando había sido al revés). “Ponía de manifiesto que un medio había recogido el guante que estaba lanzando el jefe de gabinete [de Ayuso]”, ha verbalizado. “Yo en ese momento pensé que un medio de comunicación ha comprado esta versión que están lazando, pero había que esperar”, ha añadido. Preguntada por el tuit en el que Miguel Ángel Rodríguez aseguraba que el pacto había descarrilado por “órdenes de arriba”, ha evitado entrar en la disputa política: “Todos sabemos como son las cosas en esta jungla con el nivel de polarización, yo practico la neutralidad institucional y procuro mantenerme al margen”.
Pilar Rodríguez lamenta el “exabrupto” de Almudena Lastra sobre la filtración de la denuncia contra González Amador
El 12 de marzo, el día que elDiario.es publicó en exclusiva que Alberto González Amador había sido denunciado por defraudar 350.000 euros, Pilar Rodríguez tuvo un encuentro con Almudena Lastra: “Su expresión era muy enfadada. ‘Esos lo han filtrado’. Y cuando habla de esos de manera tan despectiva, se refiere a quienes trabajan en la Fiscalía General del Estado. No da ningún argumento, no dice por qué cree que lo han podido filtrar. Y, por lo tanto, no hago comentario alguno”. “Yo no he hablado de filtraciones con Almudena, solo [ella] da un exabrupto. Nada más, yo conversaciones de filtración con la señora Lastra no tengo”, ha añadido. Además, ha reprobado el dinero que el gobierno madrileño, presidido por Isabel Díaz Ayuso, invierte en la Fiscalía Provincial de Madrid: “La Comunidad de Madrid nos da lo que nos da”.
El fiscal del caso de la pareja de Ayuso niega presiones o irregularidades de sus superiores: “Me parece una orden legal”
El primer testigo ha sido Julián Salto, que fue el fiscal que presentó la denuncia contra Alberto González Amador. Inicialmente, pensaba que no era un asunto de “mucha enjundia ni de mucha trascendencia” y por eso le llamó la atención el “repentino interés” que hubo por este asunto: “Yo desconocía que González Amador mantenía una relación sentimental con la presidenta de la Comunidad de Madrid”. También ha reprobado que Alberto González Amador y Miguel Ángel Rodríguez (que reconoció que lo filtró) tuvieran una copia de su correo: “No debían haberlo tenido, los correos entre el fiscal y el abogado eran únicamente privados”.
Más tarde, ha enmarcado en la normalidad la petición de que remitiera los correos del caso a sus superiores: “Me parece una orden legal. Sé que, al final, lo que están sospechando es que soy yo el que está haciendo algo irregular. No hay ningún problema porque lo que yo quiero es que se compruebe que yo he obrado conforme a la legalidad”, ha destacado. Y ha recordado la conversación con Pilar Rodríguez: “Le digo que no nos hemos competido a nada y que está documentado, me pide los correos y se los envió. No veo nada de malo”. También ha desmentido que él hubiera podido impulsar el pacto con la pareja de Ayuso: “En ningún asunto ni en veinte años de carrera profesional, he llamado, he mandó un mail o he interpelado al letrado para que se conforme. Nunca. No es nuestro trabajo ni nuestro deber”.
Finalmente, ha negado que recibiera “órdenes de arriba”, como aseguró el jefe de gabinete de la presidenta madrileña: “Ninguno de mis superiores se ha metido en este asunto. Los términos que ofrecía el señor [Carlos] Neira [el abogado de González Amador] son más o menos los que existen en el protocolo de conformidad. No era nada anormal y nadie me dio ninguna indicación de que no se pudiera llegar a una conformidad”, ha señalado. Y ha negado que le dijera al letrado de la pareja de Ayuso que no iba a haber un pacto: “En ningún momento se la ha transmitido que no se pueda llegar a un acuerdo”.
El número tres de la Fiscalía cuestiona la “animadversión” de Almudena Lastra hacia el fiscal general del Estado
El último en declarar ha sido Diego Villafañe, que es el número tres de la Fiscalía General del Estado como teniente fiscal de la Secretaría Técnica. Fue quien le dijo a Pilar Rodríguez por WhatsApp que era “curioso” que Almudena Lastra estuviera cabreada: “Con otras filtraciones no se ofende”. Y hoy ha explicado el significado de ese mensaje: “Yo nunca le había oído ningún signo de contrariedad por filtraciones y de ahí viene mi sorpresa. No es una crítica, es una ironía que yo, en un WhatsApp, en tono coloquial, le remito”. Además, ha reprobado la “animadversión” de Lastra hacia el fiscal general del Estado: “Ese comentario respondía básicamente a esas críticas infundadas que hace abiertamente en cualquier foro”. Sobre la nota de prensa, ha subrayado que era “absolutamente oportuna” para “contestar a una difamación organizada por determinadas personas o responsables públicos”.
Finalmente, ha criticado que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no transcribiera una dación de cuentas que hizo en relación con Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, en el informe de noviembre de 2024: “Eran unos mensajes que yo he enviado a la fiscal jefa provincial de Madrid y daban buena cuenta de que eso es lo que hacemos con naturalidad y de forma ordinaria y habitual y que, posteriormente, absolutamente de todo se formaliza de forma transparente en un expediente gubernativo”.
