El último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), presentado este lunes, revela un ascenso notable de Aliança Catalana y Vox. Según la encuesta, Aliança podría empatar con Junts con unos 19-20 escaños, mientras que Vox superaría al PP con 13-14. Sumando fuerzas, ambas formaciones superarían el 20% de los votos y alcanzarían más de treinta diputados. Joan Rodríguez Teruel, director del CEO, subraya que los votantes de Vox y Aliança “se parecen cada vez más”, especialmente entre los jóvenes. Este sector prioriza las redes sociales como fuente de información política e identifica la inmigración como el problema central del país. El estudio habla incluso de un “voto dual de derecha radical”, con electores dispuestos a apostar por Sílvia Orriols en el Parlament y Santiago Abascal en el Congreso.
Los jóvenes de 18 a 24 años son los más inclinados a apoyar a ambas formaciones, con cifras superiores a la media. Concretamente, un 12% de jóvenes votaría Aliança y un 13% Vox, proporciones que se sitúan a la misma altura que las del PSC y ERC. En cuanto a los problemas principales, mientras la mayoría de partidos señalan la vivienda, los votantes de Aliança y Vox ponen la inmigración en el centro de sus preocupaciones (26% y 29%, respectivamente). Entre el conjunto de la ciudadanía, solo un 10% comparte esta visión. Además, para los de Vox la inseguridad ciudadana ocupa un lugar relevante, mientras que los de Aliança la sitúan a la par con la vivienda.
Ambos partidos coinciden en que su electorado consume información política principalmente a través de redes sociales (43% en el caso de Vox y 51% en el de Aliança), mientras que la mayoría de la población sigue informándose sobre todo por televisión. Ideológicamente, ambos colectivos se sitúan claramente a la derecha: Vox con un 7,2 sobre 10 y Aliança con un 5,7, por encima de la media catalana (4,3). En cuanto al europeísmo, ambos electorados se muestran menos europeístas que la media.
El eje nacional, como principal diferencia
Las principales diferencias entre las formaciones aparecen en el eje nacional. Los votantes de Aliança son más catalanistas (8,1/10) y menos españolistas (3,8), mientras que los de Vox puntúan a la inversa (5,7 en catalanismo y 7,7 en españolismo). Esto también se traduce en la relación que desean con España: el 77% de los votantes de Vox prefiere que Cataluña sea una región sin competencias o una comunidad autónoma, mientras que solo un 25% de los de Aliança lo piensa. A pesar del independentismo de la formación de Orriols, solo un 48% de su electorado apuesta por la plena soberanía, muy por debajo de los porcentajes de ERC, CUP o Junts.
Otras divergencias incluyen la lengua principal —catalán entre los votantes de Aliança y castellano entre los de Vox— y el nivel educativo. Aliança es más fuerte entre personas con estudios superiores (10,1%), mientras que Vox atrae a más votantes con estudios básicos (8,2%). En cuanto al tamaño del municipio, Aliança se consolida en poblaciones pequeñas, mientras que Vox lo hace en las ciudades grandes.
Voto dual en el Parlament y Congreso
A pesar de las diferencias, existe un cierto grado de permeabilidad entre los electorados: un 14% de los votantes de Vox considera a Aliança como segunda opción, y un 16% de los de Aliança sitúa a Vox en esta posición. Además, el CEO detecta un fenómeno de voto dual: entre el 5% y el 10% de los electores de este espacio podrían votar a Aliança en el Parlament y a Vox en las generales, una combinación hasta ahora inédita.
Rodríguez Teruel señala también coincidencias ideológicas: ambos grupos rechazan el actual sistema político, perciben una economía en declive y desconfían de las instituciones, los medios y los conocimientos científicos o académicos. Creen, además, que una nueva clase política está “borrando el país que conocían o idealizaban”, sea por la inmigración o los cambios tecnológicos.
