Isabel Díaz Ayuso se refirió el pasado viernes a España como una “dictadura” cuando celebró ante la prensa la condena al fiscal general del Estado por haber sido —según el Tribunal Supremo— responsable de la filtración a los medios de comunicación del correo electrónico de su pareja, Alberto González Amador, en el que admitía haber cometido un delito de evasión de impuestos. Este lunes se ha mantenido en la idea. En una nueva atención, los periodistas le han preguntado por sus términos, y la presidenta de la Comunidad de Madrid ha argumentado que “Pedro Sánchez ha decidido que manda en el Tribunal Supremo, que dicta sentencias y que lo corregirá desde el Tribunal Constitucional”. Se refirió así a unas declaraciones de este pasado domingo del presidente del Gobierno, en las que se abría a recurrir la condena al fiscal general ante “otras instancias jurisdiccionales”, que solo pueden ser el tribunal de garantías o la justicia europea.
“Sánchez ordena al Supremo, manda en el Constitucional, en la Fiscalía y, por lo tanto, él representa los tres poderes del Estado; nadie está por encima de él; ¿a esto cómo se le llama, entonces? La tibieza y la moderación no tienen nada que ver”, ha manifestado en un discurso en el que se ha identificado como víctima que “sufre un acoso desde el aparato del Estado”. Al mismo tiempo, contradictoriamente, la lideresa madrileña ha señalado que la condena al fiscal general demuestra que “el estado de derecho funciona y es un alivio”.
Comparación directa entre la muerte de Franco y la condena al fiscal general
El viernes, Ayuso hizo una comparación directa entre la efeméride que supone la muerte de un verdadero dictador, Francisco Franco, con la condena al fiscal general del Estado. La decisión del Supremo se hizo pública el mismo día del cincuenta aniversario del traspaso del general falangista. La presidenta de la Comunidad de Madrid dijo que “el 20N de 2025 pasará a ser un día histórico para la democracia española”. Aseguró, en una comparecencia ante la prensa, que los hechos que se han juzgado por parte del Tribunal Supremo son “propios de una dictadura”.
La filtración de los correos fue, según Ayuso, un caso “de uso arbitrario del poder por razones políticas”. También acusó a Sánchez de atizar el “guerracivilismo” y de querer “dinamitar la separación de poderes y erigirse en juez y parte”. “No es el fiscal general del Estado, sino el presidente del Gobierno quien se ha sentado en el banquillo de los acusados”, manifestó.
Sánchez reivindica la inocencia del fiscal y se abre a recurrir la condena
Este domingo, en una rueda de prensa desde la ciudad sudafricana de Johannesburgo, Sánchez reiteró que cree "en la inocencia del fiscal general" y remarcó que, a pesar de respetar y acatar la decisión, su ejecutivo “puede manifestar su discrepancia” con la orientación de la sentencia. El presidente español subrayó que el procedimiento para sustituir a García Ortiz ya se ha puesto en marcha, dado que la condena es firme una vez se conozca el texto completo. A pesar de ello, apuntó que la vía judicial no acaba aquí.
El socialista mencionó “otras instancias jurisdiccionales”, como el Tribunal Constitucional, para revisar los aspectos “controvertidos” de la resolución cuando se haga pública. También recordó que varios periodistas acreditados declararon durante el juicio que el fiscal general “no era el origen de las filtraciones” que se le atribuían.