Ahora ya lo tenemos claro. Madrit, más concepto que nunca, y donde la T final quiere decir el sistema, el régimen, la costra, el poder y el control, ha elegido. Entre la unidad de España o el estado de derecho, se ha optado por lo primero. "Antes roja que rota". "Antes azul que plurinacional". Antes tirar a la papelera la "marca España" y la imagen exterior que permitir votar, por si las moscas.

¿Ejemplos? Unos cuantos.

Para escarmentar a los indepes, decidieron que el 1 de octubre se les tenía que demostrar quién mandaba aquí de verdad. Y gente vestida y armada como si fuera a la guerra fueron a robar urnas y a apalear población civil que ofrecía una resistencia pacífica. Posteriormente, el sistema decidió iniciar una campaña de propaganda yendo a explicar por Europa historias que no se creyeron ni los Teletubbies. Pero eso no les importó nada porque todo era para consumo interno. ¡El estado de derecho a Raticulín y ¡VIVA ESPAÑA!

El sistema político-judicial decidió escarmentar como nunca se había visto a quienes señalaron como los líderes de la "revuelta" y el "golpe de estado". De tal manera que pronto hará un año 9 personas están en prisión preventiva y 8 en el exilio. Están acusadas de unos delitos que no se produjeron en ningún caso, sostenidos en unas pruebas presentadas por la Guardia Civil y que tienen menos credibilidad que Aramís Fuster hablando de su vida amorosa. El estado de derecho a por donde amargan los pepinos y ¡VIVA ESPAÑA!.

El sistema político-judicial encargó el trabajo de escribir un relato de ficción sobre una violencia golpista a un empleado del año tan obediente y servil como limitado. Y no lo digo yo. En Madrit empiezan a sospechar que quizás se equivocaron de persona. Alemania, Bélgica, Gran Bretaña y Suiza ya no lo sospechan sino que lo afirman. La imagen de la justicia española en Europa es ahora comparable a la de un máster de Casado, una tesis de Sánchez o el currículum de Rivera. El estado de derecho ha acabado hecho una coca, pero ¡VIVA ESPAÑA!

El sistema político-judicial tiene personajes que usan chats para insultar y calificar de manera temeraria a personas que defienden otras ideas y a sistemas judiciales que no les dan la razón que creen tener. Y en vez de censurar esta actitud, Madrit en pleno sale a defenderlos con el argumento de que aquello era un chat privado (cuando no lo era), que otros jueces también han opinado pidiendo el derecho a decidir (que no tiene nada que ver con el derecho a insultar y descalificar) y que los insultadores son una minoría (y los otros que lo veían han decidido callar hasta que, finalmente, alguien lo ha filtrado). Ah, y de propina, las sanciones a jueces que manifestaron opiniones políticas contrarias a las ahora conocidas, y entonces sin insultar a nadie, ahora se han convertido en abrazos variados. El estado de derecho dice adiós con las orejas y ¡VIVA ESPAÑA!

Al sistema político-judicial representado por lo que está haciendo al juzgado número 13 de BCN no le ha significado ningún problema mentir con balcones en la calle para que todo el mundo lo pueda ver. Y es así como este juzgado y el Tribunal Superior de Justicia negaron en julio del 2017 que investigaran a quien creían que organizaba el referéndum. Ahora se ha demostrado que estaban llevando a cabo una causa general contra el independentismo. El Estado de derecho al quinto pino y ¡VIVA ESPAÑA!

¿Seguimos? No hace falta.

No, no les importa la mala imagen de España en el mundo. De su policía, de su justicia y de su clase política. Da igual que quede demostrado que han vulnerado la ley arbitrariamente, que se han inventado delitos o que han enviado gente a prisión por la cara. Es más importante la unidad de la patria. Incluso Felipe y Aznar ahora van por el mundo haciendo "bolos" cogiditos de la manita.

Bien pues, que suerte que no eran nacionalistas, ¿verdad?