KGM ha iniciado el proceso de renovación integral del Musso, su pick-up de referencia, con una propuesta que llegará en 2026 orientada a competir con modelos establecidos como el Toyota Hilux o el Ford Ranger. Esta nueva generación apuesta por una reformulación estética profunda, mejoras en equipamiento y una puesta al día en mecánicas, sin perder el enfoque en la robustez y la funcionalidad que caracterizan al segmento.
El diseño del próximo Musso se distancia claramente de su antecesor, incorporando una estética más agresiva y moderna. La parrilla frontal adquiere mayor protagonismo, con iluminación integrada y un patrón en listones verticales que refuerzan la imagen de fuerza. A esto se suman faros LED de nuevo diseño, paragolpes rediseñados con enfoque todoterreno y un perfil lateral con líneas más marcadas. La zaga también evoluciona, con pilotos verticales y el nuevo logotipo de KGM situado en el centro del portón.
A nivel mecánico, se prevé que mantenga el motor diésel de 2.2 litros turboalimentado, una mecánica ya conocida por su equilibrio entre prestaciones y fiabilidad. Esta unidad desarrolla en torno a 133 kW de potencia y un par motor superior a los 400 Nm, cifras adecuadas para un uso mixto entre carretera y carga intensiva. La transmisión automática de seis velocidades y el sistema de tracción total seleccionable continúan como elementos clave, asegurando un comportamiento sólido en condiciones exigentes.
Cabe destacar que el nuevo Musso conservará la posibilidad de optar por una versión XLV, que amplía la longitud total del vehículo, aumenta la distancia entre ejes y permite una carga útil más generosa. Esta variante está especialmente pensada para usuarios que requieren mayor capacidad de trabajo sin comprometer el confort o el equipamiento.
Más tecnología, mejor calidad percibida
El salto más evidente en el nuevo Musso se da en el interior, donde la evolución tecnológica y el refinamiento de materiales marcan un cambio de enfoque. Se integrarán pantallas digitales para el cuadro de instrumentos y el sistema multimedia, además de nuevas superficies blandas y acabados con detalles cromáticos en los niveles más altos de gama. El objetivo es ofrecer un habitáculo más cercano al de un SUV moderno sin perder la funcionalidad propia de un pick-up.
Entre los elementos que formarán parte del equipamiento destacan el techo solar eléctrico, los asientos delanteros con ajuste eléctrico, el climatizador bizona, el volante multifunción con nuevos mandos y una cámara de visión 360° en los acabados superiores. Estas mejoras responden a una demanda creciente de vehículos que, además de ser herramientas de trabajo, puedan cumplir funciones familiares o de ocio con el mismo nivel de confort.
Por otro lado, aunque inicialmente se mantendrá una gama centrada en mecánicas diésel, no es ningún secreto que la marca estudia alternativas electrificadas para el futuro del Musso. La incorporación de variantes híbridas o eléctricas permitiría ampliar su alcance en mercados con normativas más estrictas, sin alterar su esencia como vehículo robusto, práctico y cada vez más completo.