El nivel actual de bronca y enfrentamiento verbal, expresado a través de insultos y descalificaciones públicas en las sedes parlamentarias y a través de las redes sociales, refleja el estado de polarización que vive la política española y está contribuyendo a dañar la convivencia democrática y la confianza de los ciudadanos en las instituciones y los políticos que gobiernan o los que aspiran a hacerlo. Parece que todo vale a la hora de atacar al enemigo político y dejarlo en evidencia. La trifulca dialéctica que se vivió este jueves en el Senado durante el interrogatorio del PP a Pedro Sánchez en la comisión de investigación sobre el caso Koldo superó las cinco horas de la comparecencia del presidente del Gobierno. La anécdota de las gafas modelo Christian Dior que estrenó Sánchez acabó por elevarse a la categoría de noticia, y encendió la chispa de una trifulca posterior entre Óscar Puente y el PP, que acabó publicando en su cuenta oficial un montaje de fotografías donde se exhibe al ministro socialista comparándolo con un macaco. Era la respuesta del principal partido de la oposición al comentario previo, irónico, que había hecho el ministro sobre los supuestos retoques estéticos de Alberto Núñez Feijóo.

‘Guerra’ de tuits en X

Pero vayamos por partes. Puente encendió la chispa primero, y el PP respondió de manera contundente y aplicándole la misma medicina, para “seguirle el rollo”, se justificó. El ministro de Transportes, conocido por ser un político propenso a generar polémicas en las redes sociales, con mensajes agresivos, irónicos o sarcásticos de confrontación directa con la oposición, principalmente del PP, publicó previamente un mensaje en la red X en el que comparaba la imagen de Sánchez con la de Feijóo, acusando al líder del PP de gastar “pasta indeterminada en retoques que te dejan peor de lo que estabas”, en referencia a las críticas que había recibido el presidente español por sus gafas de marca, de “300 pavos (dicen) invertidos divinamente. Resultado: un look aún mejor y los fachas bailando durante un mes”, y destacando, además, la “superioridad política, ética y estética” del presidente del Gobierno español.

Puente publicó el post mofándose de Feijóo a las 16.30 horas, y a las 22.25, el PP contestó con otro tuit en respuesta al ministro, en el que aseguraba: “Ya que @oscar_puente_ se pone a hablar de la apariencia de las personas, seguiremos el juego. En la foto, un ser poco evolucionado y falto de educación y cortesía. Molesto y con tendencia a hacer ruidos grotescos. A su lado, un primate. Ambas criaturas tienen en común que ninguna de ellas debería ser ministro del Reino de España”.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, por su parte, respondió poco después al tuit de los populares con otra publicación, en la que afirmaba: “Este mono os tiene bailando desde aquel 26 de septiembre de 2023 en que dejé claro a toda España que el amigo del narco no está a la altura. Seguid así, que tenéis años en la oposición para parar un tren”, decía Puente en referencia a la relación de Feijóo y el narcotraficante gallego Marcial Dorado en los años 90, reflejada en fotografías donde aparecen juntos en un yate y en varios viajes y fiestas. 

Alrededor de las gafas de Sánchez

Antes, sin embargo, el ministro estuvo distraído con toda una serie de posts publicados en la red X sobre las gafas de Sánchez, que fue noticia durante toda la jornada del miércoles ante los intentos de sacar provecho de la oposición, que criticó desde el modelo hasta el precio. El mismo Sánchez salió al paso compartiendo un enlace de la tienda de segunda mano donde las adquirió. Se trata de unas monturas antiguas de la marca Christian Dior, modelo Monsieur, que compró hace aproximadamente cinco años en una óptica de Madrid. El precio ronda entre los 250 y los 290 euros, y es un modelo de montura cuadrada de color marrón, muy visible durante su intervención en la comisión del Senado por el caso Koldo, mientras consultaba unos papeles. La publicación del enlace quiso disipar rumores y aclarar que no eran unas gafas nuevas ni un gasto reciente, sino un complemento ya poseído que utilizó públicamente por primera vez en aquel contexto. Óscar Puente se dedicó a responder a las críticas sobre el coste excesivo o, incluso, las informaciones basadas en opiniones de expertos sobre la utilización de las gafas como una “herramienta de control”.