En Moscú, en medio del frío y de un mundo cada vez más cerrado por las sanciones, la industria armamentística rusa sigue latiendo con fuerza. En su vigésimo quinto aniversario, la corporación estatal Rostec, considerada el corazón tecnológico del complejo militar del Kremlin, ha aprobado una nueva estrategia de desarrollo hasta 2036. El objetivo es ambicioso: mantener a Rusia como el segundo exportador mundial de armas, a pesar de la competencia creciente y la presión internacional derivada de la guerra de Ucrania.
El director ejecutivo de la compañía, Oleg Ievtushenko, explicó que el nuevo plan a largo plazo pretende consolidar la presencia global de Rostec y reforzar el papel de Rusia en el mercado armamentístico. “La compleja situación internacional y la presión de nuestros competidores extranjeros no cambian nuestro objetivo estratégico: mantener el segundo puesto mundial en exportación de armas hasta 2036”, afirmó en declaraciones a la agencia rusa TASS.
Francia y Corea del Sur incrementan exportaciones
Según Ievtushenko, la tarea será cada vez más difícil, ya que países como Francia y Corea del Sur han incrementado notablemente sus exportaciones en los últimos años. No obstante, el dirigente ha destacado la solidez del conglomerado ruso y el papel decisivo que ha tenido en la expansión industrial del país. “Durante estos 25 años de trabajo, el volumen de exportaciones de armas rusas se ha multiplicado por cinco”, ha subrayado.
Fundada en 1999, Rostec reúne a cientos de empresas vinculadas al desarrollo de armamento, tecnología aeroespacial, electrónica y materiales avanzados. Dentro del grupo, destaca Rosoboronexport, la compañía encargada de gestionar la venta de armas al exterior.
El director general de Rostec, Serguéi Chémezov, celebró también el aniversario de la corporación con un mensaje en Telegram, en el que remarcó su trayectoria y capacidad de adaptación. “En este cuarto de siglo, Rosoboronexport se ha convertido en uno de los líderes del mercado mundial de armas. Ha multiplicado su cartera de pedidos y el volumen de suministros”, afirmó.
Txémezov recordó que, a lo largo de estas dos décadas y media, la compañía ha firmado más de 30.000 contratos con socios internacionales y ha exportado material militar a más de 120 países, por un valor total que supera los 230.000 millones de dólares.
¿Quién compra armas a Rusia?
A pesar del contexto geopolítico desfavorable, Rostec asegura que se está adaptando a las nuevas condiciones impuestas por las sanciones occidentales, derivadas de la invasión de Ucrania en 2022. “Fortalece sus posiciones, abre nuevas posibilidades y perspectivas”, ha concluido Chémezov, en una clara referencia a los mercados emergentes de Asia, África y América Latina, que siguen siendo los principales clientes del armamento ruso.
Con esta nueva estrategia hasta 2036, Rostec busca garantizar su supervivencia en un momento en que el país afronta restricciones tecnológicas sin precedentes y una competencia global cada vez más intensa. Para el Kremlin, mantener la potencia exportadora de armas es mucho más que una cuestión económica: es una herramienta clave para preservar su influencia internacional en medio de un orden mundial en transformación.
