La Fiscalía francesa ha confirmado que ha sido aceptada la petición del expresidente Nicolas Sarkozy para que se le retire la pulsera electrónica que lleva desde hace tres meses. El expresidente de la república fue obligado a llevar el localizador durante un periodo de un año como parte de una condena de tres años por corrupción y tráfico de influencias por unas escuchas ilegales sobre una investigación. La decisión convirtió a Sarkozy en el primer expresidente francés obligado a cumplir una condena de arresto domiciliario. La medida también implicaba la inhabilitación política durante tres años.
En principio, todavía quedaban nueve meses para que se le pudiera retirar el brazalete a Sarkozy, pero, al hacer 70 años, el exmandatario ha podido solicitar con éxito la libertad condicional antes de cumplir la mitad de su condena. Durante el arresto domiciliario, el expresidente solo podía salir de su residencia unos días y horas determinadas. "Como tiene 70 años desde el 28 de enero del 2025, su solicitud antes de haber cumplido la mitad de su condena es admisible", ha explicado la Fiscalía de París, según recoge la cadena BFMTV.
En este nuevo contexto, Sarkozy tampoco disfrutará de libertad total de movimiento, ya que tendrá que solicitar al juez permiso para cualquier viaje de más de quince días y para trasladarse al extranjero. La sentencia que recae sobre los hombros del antiguo inquilino del Elíseo, entre 2007 y 2012, fue ratificada por el Tribunal de Casación de Francia, la máxima instancia judicial del país. La decisión de la corte implicaba dejar en suspense dos de los tres años de prisión, evitando cumplir el otro, siempre que aceptara llevar el brazalete electrónico.
El caso Bismuth, conocido así en Francia, salió a la luz cuando los investigadores, que tenían bajo escucha los teléfonos de Sarkozy en el 2014 en el marco de otro caso, descubrieron que su abogado le había abierto una línea secundaria con la que mantenían comunicaciones y que también fue pinchado. En estas escuchas descubrieron conversaciones que apuntaban a un caso de presunta corrupción y tráfico de influencias. El expresidente y su abogado hablaban de contactos con un magistrado, Gilbert Azibert, a quien pedían datos sobre la instrucción de otra de las acusaciones contra él a cambio de que Sarkozy usara su influencia para conseguirle un cargo honorífico en Mónaco.
La larga sombra de Sarkozy
Desde que Sarkozy quedó derrotado por el socialista François Hollande en el 2012, el expresidente ha acumulado varios casos bajo investigación judicial, siendo el caso Bismuth el primero con sentencia. Pese a estar apartado de la primera línea política, Sarkozy todavía tiene una gran influencia en la derecha francesa y mantiene contactos regulares con el actual presidente, Emmanuel Macron. Asimismo, sus libros han sido grandes éxitos de ventas y encadena las dedicatorias por todo el país.