Miles de ciudadanos rusos huyen de su país a través de Finlandia en los últimos días a raíz de las sanciones impuestas contra Moscú por la invasión de Ucrania. Además, la intensificación de la represión en las protestas contra el gobierno de Vladímir Putin también ha forzado la salida de periodistas, entre otras personas perseguidas por el régimen. A su vez, el cierre del espacio aéreo entre Rusia y Europa obliga los desplazados en viajar en tren o coche a través de Finlandia. Según la compañía ferroviaria estatal finlandesa VR, el Allegro, el tren de alta velocidad que conecta San Petersburgo y Helsinki dos veces al día en menos de tres horas y media, ha agotado todos los billetes disponibles desde el domingo pasado y se espera que la situación siga durando las próximas semanas. Encima, la pandemia de coronavirus complica todavía más los movimientos de estas personas: "A causa de la pandemia de covid-19 hemos reducido a la mitad la oferta de asientos, lo que significa que están llegando de Rusia casi 700 personas al día", ha señalado a un medio local un directivo de VR.

700 personas al día

A pesar de las restricciones y los intentos de Moscú para mantener una cierta normalidad, el volumen de pasajeros se ha multiplicado por nuevo respeto al volumen normal de las semanas previas al estallido de la guerra, cuando a duras penas había viajeros a causa de la pandemia. El Allegro es en estos momentos el único enlace ferroviario en funcionamiento entre Rusia y la UE y en estos momentos, por exigencias de Moscú, solamente admite pasajeros con nacionalidad rusa o finlandesa. Habitualmente poco más de la mitad de los pasajeros que viajan a Helsinki desde San Petersburgo son rusos, pero estos últimos días el porcentaje se acerca al 70%, ha indicado la empresa. La Guardia Fronteriza finlandesa también ha informado de que durante la última semana se ha producido un claro aumento del tráfico sobre raíles que llega a Finlandia por la frontera sur con Rusia, según la televisión estatal YLE. El punto fronterizo más concurrido en estos momentos es el de Vaalimaa, situado en la ruta más directa entre Helsinki y San Petersburgo, por donde atraviesan la frontera unas 1.500 personas al día, sobre todo en dirección Finlandia. "Todo indica que en los próximos días o semanas habrá cada vez más personas que quieren atravesar la frontera", aseguran las fuentes policiales de YLE.

Miedo al futuro

Las razones por el éxodo en Europa están directamente relacionadas con la guerra y el miedo por lo que todavía tiene que llegar: "La gente está huyendo de las sanciones, porque temen que la vida cotidiana en Rusia se vuelva imposible," asegura la Agrupación Finlandesa de Asociaciones russoparlants (Faro). Según Faro, la mayoría de los rusos que vienen a Finlandia tiene parientes en el país nórdico o en otros países europeos y esperan obtener un permiso de residencia para poder quedarse más tiempo cuando caduquen sus visados. Aparte de los oligarcas afectados directamente por las sanciones de occidente, no hay ninguna duda que el boicot repercutirá en la población general. Por otra parte, el incremento de la represión de manifestantes y medios por parte del régimen de Putin y el endurecimiento de las leyes para reprimirlos también fuerza el exilio de personas perseguidas por razones políticas.