China ha elevado este martes su tono respecto de las manifestaciones que se han producido en Hong Kong en las últimas semanas. En una rueda de prensa celebrada para hacer balance de las últimas protestas, el portavoz del Consejo de Estado chino para los Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, ha lanzado una clara amenaza: "Quien juega con fuego se quema".

Guang no ha dudado al calificar a los manifestantes de "radicales" y "criminales" asegurando de que las acciones que han protagonizado hasta ahora han ido más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse: "Toda esta gente que toma la Policía como objetivo o que prende fuego a comisarías está creando un gran mal en la sociedad. Eso tiene que parar".

Yang también se ha referido a los gestos independentistas de los manifestantes: "Tenemos que prestar atención a los extremistas que lanzaron la bandera nacional china al mar, desafiando la soberanía nacional y el principio de un país, dos sistemas. Eso se ha escapado de las manos y hay que llevarlos a la Justicia".

En este sentido ha acusado a los manifestantes de creer que "sólo la violencia puede traer Justicia. Incluso han forzado los residentes locales a participar en sus actos. Hace falta parar eso ya y restaurar la orden y la ley. Pedimos a los residentes que digan 'no'. Si las protestas siguen, quién creen que pagará la factura"?.

Asimismo, Pekín ha reiterado su apoyo al Ejecutivo hongkonés liderado por Carrie Lam, al que ve "completamente capaz" de garantizar la seguridad y que ha pedido "medidas" en lo que parecía un paso más para presionar e intimidar a los manifestantes.

El portavoz también ha defendido a la Policía hongkonesa a la hora de utilizar "métodos firmes" para "restaurar el orden" porque "los violentos están rompiendo la ley. Salvaguardaremos el Estado de derecho y el principio de 'Un país, dos sistemas'", ha indicado.

"No subestimen la determinación del Gobierno central de apoyar y salvaguardar Hong Kong", ha desafiado al portavoz, que no ha querido responder a la pregunta de un periodista de si China renunciará o no al uso de la fuerza para resolver la crisis.