El viajero que visita Vietnam por primera vez recibe una buena sorpresa. Paisajes de ensueño y una cocina de productos básicos pero con combinaciones excelentes. La idea preconcebida de confundirla con la cocina china queda derrotada muy pronto. La cocina vietnamita tiene su propia personalidad, y solamente hay que conocerla entrando a comer en cualquier local popular, de la zona de las 36 calles, en Hanoi, o de los alrededores del mercado Binh Tay a Ho Chi Minh, para sentarse en las largas mesas compartidas con el resto de comensales, pedir que nos traduzcan el menú escrito en las pizarras de las paredes y disfrutar de unos platos cocinados con una auténtica sabiduría milenaria. Y he aquí que en el barrio de Gracia tenemos desde hace años una réplica de uno de estos establecimientos, con el calor, la calidad y el sabor de la más auténtica cocina de Vietnam.

Vietnam
Calles de Vietnam / foto: unsplash

Respetando la tradición

La Vietnamita, un local pequeño a Gracia, en la calle Torrent de l'Olla, promueve también el concepto de street food y we mind people. Los ingredientes frescos, ligeros y nutritivos son la piedra angular de los platos elaborados con los alimentos básicos de la cocina de Vietnam, incluyendo las hierbas frescas, el arroz, los tradicionales fideos y los vegetales crudos o pucheros, sin utilizar aditivos ni colorantes artificiales. Gracias a la combinación de estos productos se consigue una carta sumamente rica en sabores. No se puede hablar de cocina vietnamita sin hacer referencia al pho, el plato básico de la cocina de este país. Hablamos de una sopa caliente con fideos de arroz, especias y hierbas frescas que nació en el norte de Vietnam a mediados de la década de 1880, con influencias de la cocina francesa y, también, de la china. Los fideos de arroz y las especias llegaron a Vietnam a través de China, y fueron durante la colonización francesa que se empezaron a combinar en un plato único con la carne roja. Es más, se cree que pho deriva del francés "pot au feu" que literalmente significa "olla al fuego", en referencia a las largas horas necesarias para elaborar la sopa con los huesos de carne.

La popularidad del pho se extendió hacia el sur a partir de 1954, cuando el país se dividió en dos, norte y sur. El plato se fue haciendo popular, ya que era un caldo lo bastante nutritivo para dar fuerzas a los trabajadores del campo sin que fuera demasiado pesado como para dormirse. Se añadió lima y picante para echar el frío y así resultó una sopa deliciosa que hoy podemos disfrutar, en ración grande, en La Vietnamita.

Sopa vietnamita
Sopa vietnamita de La Vietnamita Restaurante / foto: instagram

Menú y clásicos de la carta

La Vietnamita ofrece cada semana un curry diferente y también un bun, a base de pasta de arroz, ensalada, hierbas frescas y diferentes tipos de guarnición. Y no dejéis de probar un báhn mì, el resultado de la fusión de la cocina vietnamita con la baguette francesa. Eso sí, si hacemos este viaje al Sureste asiático también tenemos que pedir de primero unos nems. Sí, no hay duda, en aquella parte del continente asiático lo que conocemos popularmente como finger food se convierte en una auténtica delicatessen. Es el caso de este plato, denominado Chả giò (en el sur de Vietnam, y que quiere decir literalmente rollo de cerdo picado, aunque ya se ha popularizado con muchos otros ingredientes como relleno) o Nem rán ("rollo frito" en el dialecto vietnamita del Norte).

La Vietnamita Restaurante / foto: instagram
La Vietnamita Restaurante / foto: instagram

De entre las diferentes opciones de este local graciense hay que probar los Gỏi cuón o nem cuón (también denominado rollo de verano o rollo de ensalada), toda una explosión de sabor gracias al frescor que le aportan las lechugas y las hierbas que los envuelven. Su relleno es de gambas, hierbas y fideos de arroz y les acompañan con una suntuosa salsa de cacahuete. La limonada fresca y los cócteles de este restaurante son la culminación de una comida saludable, sabrosa y deliciosa, auténticamente vietnamita.