A finales de mayo, los hermanos Roca abrirán su nuevo restaurante, el Esperit Roca* en el emplazamiento del mismo nombre que también contiene el restaurante Fontané, el hotel Esperit Roca, la destilería de donde salen la ginebra de té de roca, el aguardiente de algarroba y el licor de cacao, entre otros, un museo y la bodega donde descansan más de ochenta mil botellas. Hemos podido comer en dos eventos privados que han tenido lugar durante los meses de abril y mayo.
Esperit Roca: una nueva apuesta estrellada gerundense
Ubicado en la montaña de los Sants Metges, en Sant Julià de Ramis, donde se encontraron las ruinas de los iberos de lo que se cree que fue la primera Girona, denominada Kerunta, el restaurante Esperit Roca es dentro de un castillo, en una antigua fortaleza militar de finales del siglo XIX (aunque nunca llegó a tomar este uso). En este enclave estratégico y elevado es posible de disfrutar de unas vistas del paisaje natural que lo rodea.
Aquí, la propuesta gastronómica, ejecutada por el jefe de cocina Raül Sillera, es una actualización de los platos que han hecho historia en El Celler de Can Roca, como La pasta de aceitunas (2018), un caviar de varias variedades de oliva, como la kalamata y la cornicabra, Toda la gamba (2012) y Mar y montaña vegetal (2007) en formato plato, en lugar de aperitivo, o el mítico postre Libro viejo (2017).
Los clientes pueden escoger entre dos menús: uno de 6 platos salados y 2 de dulces (170 €) o uno de 2 platos salados y 6 de dulces (139 €), ambos con sus correspondientes aperitivos, o escoger platos de la carta.
Pero antes de sentarse en mesa, una sorpresa espera a los comensales: con el fin de acceder al restaurante hay que pasar por el museo donde se puede observar de cerca algunos hitos de la trayectoria de 38 años de historia de los hermanos Roca a la exposición CCR: Cocina. Conciencia e Investigación, así como por la bodega, donde las decenas de miles de botellas de vino que Josep Roca ha ido colocando una a una esperan, a ritmo de música clásica, su turno de hacer feliz alguna mesa.
Comandado por el sumiller Carles Aymerich, el servicio de sala es impecable. La sala se mueve de manera invisible, pero con la precisión y la efectividad del entelar más ágil: con pulcritud, sin que se vean las costuras, con proximidad y calidez.
El restaurante Esperit Roca es una oportunidad dorada para probar los grandes platos de todas las épocas de El Celler de Can Roca, con un precio más económico que en la casa madre, y para aprender y conocer el pasado y el presente de la historia de unos hermanos que han puesto en el mapa de la gastronomía mundial su cocina y, con mucha conciencia, la cocina y la cultura catalanas.