En el barrio del Centre de L'Hospitalet de Llobregat, concretamente en la calle Rossend Arús, esquina con la avenida Carrilet, encontramos el Bar Bodega Montserrat.
La maravillosa terraza, con un toldo rojo y situada justo delante del bar, está llena a tope de parroquianos soleándose e hidratándose con cervezas y vasos de vino, y es un reclamo de primer nivel ahora que se acerca el buen tiempo; aunque yo, como debéis suponer, no he venido precisamente a tomar el sol, y así se lo hago saber a Jaume, hospitalense de nacimiento, que hace veinticinco años que está al frente del negocio y que lo ha posicionado arriba de todo de la lista de las mejores bodegas del barrio.
Es un bar típico de barrio con la barra a la derecha y muchas mesas y sillas a la izquierda, las cuales llenan el local y están colocadas de cara a la cocina, que es desde donde salen los aromas que nos abren el apetito. De la pared cuelgan fotos del propietario con los amigos; son de un grupo de motards que se llaman Amazonas y Centauros, que, como no puede ser de otra manera, van al local siempre que pueden.
Una vez en la mesa, encuentro auténticos incluso los manteles de papel; aquellos que están llenos de anuncios. Puedo leer "Bar Bodega Montserrat: comida casera, desayunos de tenedor, platos combinados, tripas 'callos', tapas y bocadillos", que comparte cartel con las instalaciones y reparaciones Alumuva y la Reina, mayoristas de papelería.
La pizarra con el menú que acaban de colgar en la pared, sin embargo, concentra ahora mismo todas las miradas de los clientes, que apuran la cerveza para cambiarla por el porrón de vino con Gandesa, Priorat o Penedès, y que están concentrados escogiendo si comerán arroz a la cubana, ensalada de verano, alitas de pollo asadas o boquerones fritos. Vete a saber.
En esta ocasión me pongo a ello, y, para recuperarme de tanta penitencia, me zampo un plato de codillo de cerdo, que sacude mi conciencia, y unas manitas de cerdo para ayudarme a calmarla; para que no se diga. En la mesa de enfrente, se están zampando un bocadillo de cochinillo que da ganas de darle un buen mordisco, pero mejor dejarlo correr. Por Dios, ¡qué bocadillos! Las especialidades de la casa también son la tripa, los huevos fritos con lo que sea, la butifarra con alubias, el jamón y los bocadillos, que puedes degustar en un horario muy amplio, porque Jaume abre a las siete de la mañana y cierra a las siete de la tarde.
La Bodega Montserrat certifica que por suerte hay vida y desayunos de tenedor más allá de Barcelona; ¡larga vida a las bodegas de todas partes!
Es importante visitar y mantener las bodegas y los bares que forman parte de nuestra historia; la Bodega Montserrat es un buen ejemplo de ello.