Pocos productos logran poner a una mesa de acuerdo a la hora de pedir como lo hacen las croquetas. Por eso, no es de extrañar que tengan un día propio en el calendario, el 16 de enero, y que incluso puedas comprarte una taza con una frase tan motivadora como: “No le puedes gustar a todo el mundo. No eres una croqueta”. Lo que es más complicado es lograr que te queden tan ricas en casa como las de tu bar preferido. Y en lo que se suele resbalar no es en el interior, aquí la masa no parece tener secretos y todo depende de los gustos de cada uno. El gran misterio es cómo lograr la textura exterior perfecta. Esa capa crujiente que esconde un bocado cremoso y no termina rota al freírla.

Los 7 trucos de cocinero para freír croquetas

Aquí van los mejores consejos para que las croquetas te queden perfectas. ¡Apunta!

1. La clave es el rebozado

El rebozado es parte de la clave y el proceso consta de tres pasos. Primero una ligera capa de harina. Después se pasa por huevo bien batido. Y se termina con el pan rallado. Aquí es importante asegurarse que todos los bordes están bien cubiertos y terminar con unos golpecitos para desechar el pan que sobra.

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El arte de freír las croquetas / Foto: Freepik

2. El reposo

Deja que reposen unos 15 minutos en la nevera antes de freírlas. Cuando las reboces, asegúrate de colocarlas en una bandeja en la que puedan estar separadas para que no se apelmacen y así se sequen por completo.

3. Aceite de oliva suave

Aportará el sabor justo y es el aceite que mejor soporta las altas temperaturas. Y es que sí, el aceite tiene que estar muy caliente, pero sin llegar a quemarse. No te despistes.

4. Cantidad generosa

La cantidad de aceite debe ser generosa, ya que deben quedar prácticamente sumergidas. Por eso, si no vas a freír muchas, es mejor olvidarse de la sartén y apostar por un cazo pequeño, con la misma cantidad de aceite lograrás mucha más profundidad.

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La cantidad de aceite debe ser generosa / Foto: Freepik

5. Por tandas

Añade las croquetas por tandas. Si echas todas a la vez, la temperatura del aceite desciende rápidamente y puede que se te abran. Y nada de utilizar pinzas o un tenedor para darles la vuelta. Siempre espumadera para no romper esa capa en la que tanto estamos trabajando.

6. Echar y sellar

Deja pasar un minuto y dale la vuelta, así se consigue sellar todo el exterior y será más fácil terminar sin que se rompan. Una vez esté todo sellado, deja freír hasta que adquieran ese tono tan característico. Así te aseguras de que tengan la cobertura crujiente que tanto gusta.

7. El papel absorbente

Al sacarlas del aceite, colócalas sobre un papel absorbente y deja que reposen unos minutos. Así no solo quitarás el aceite que sobra, también que la parte interna se termine de calentar y quede más compacta todavía.

Ahora que quieres poner en práctica todos estos trucos, solo te queda pensar de qué vas a hacerlas. Jamón, pollo, bacalao, gambas, queso, setas… ¡A cocinar!