En Italia existen tantas versiones de pasta como historias que las acompañan, pero pocas resultan tan curiosas y al mismo tiempo tan sabrosas como la de los espaguetis borrachos, conocidos en Florencia como spaghetti all’ubriaco. Se trata de un plato sencillo, de raíces populares, que no aparece en las cartas de los grandes restaurantes, pero que se transmite de generación en generación en hogares toscanos. Lo sorprendente es que, aunque lleva muy pocos ingredientes, el resultado final consigue un sabor intenso y sofisticado, gracias a un proceso que parece casi mágico: cocer la pasta en vino tinto en lugar de hacerlo en agua. El nombre puede sonar gracioso, pero el resultado es de lo más serio, porque lo que conseguimos es una receta con una personalidad única y un aspecto visual realmente llamativo.
La receta de espaguetis borrachos típica de Florencia
El procedimiento es muy simple y ahí radica parte de su encanto. Los espaguetis se cuecen primero unos minutos en agua con sal, hasta que están medio hechos, y en ese momento se escurren y se terminan de cocinar en una sartén con vino tinto que hierve suavemente. Este vino no solo tiñe la pasta de un tono rojizo que sorprende a primera vista, sino que también penetra en los hilos de espagueti, aportando un sabor profundo y ligeramente afrutado.

Lo más curioso es que el alcohol desaparece durante la cocción, pero el aroma permanece, dejando esa sensación de plato festivo y diferente. Al final, con un simple chorrito de aceite de oliva virgen extra, ajo dorado y, si se desea, un poco de guindilla, el plato alcanza un equilibrio perfecto entre lo rústico y lo elegante.

El secreto de este plato está en la elección del vino. No hace falta gastar una fortuna, pero sí conviene que sea un vino tinto decente, ya que será el responsable de todo el carácter del plato. En la Toscana, lo habitual es recurrir a un Chianti, aunque cualquier vino joven, con buena acidez y cierto cuerpo, puede dar un resultado magnífico. De hecho, los florentinos consideran este plato como una especie de celebración improvisada, una receta rápida y barata que consigue transformar un momento cotidiano en una experiencia especial.
El secreto de este plato está en la elección del vino. No hace falta gastar una fortuna, pero sí conviene que sea un vino tinto decente
Lo mejor de todo es que estos espaguetis combinan de maravilla con quesos curados o con un poco de panceta salteada, aunque muchos defienden que deben comerse tal cual, sin más adornos, para apreciar toda la esencia del vino. Así, el spaghetti all’ubriaco se convierte en un ejemplo perfecto de cómo la cocina italiana sabe exprimir lo mínimo para obtener lo máximo. En definitiva, una receta fácil, deliciosa y con una historia que merece contarse, porque no todos los días la pasta se viste de gala con una copa de vino tinto.