Si eres de los que no pueden resistirse a una buena salsa, prepárate, porque este plato te va a conquistar. El creador de contenido @poesiadefogon ha compartido en su cuenta de TikTok una receta de pollo en salsa que está arrasando entre los amantes del buen comer. La combinación de sabores, el punto de cocción y esa textura cremosa que te invita a mojar pan sin parar hacen que este plato pase directamente a la lista de imprescindibles. Y no estamos hablando de un plato complicado o que requiera horas de preparación, sino de una receta que mezcla sencillez con un resultado espectacular, de esos que convierten una comida en todo un festín casero.
Pollo en salsa: una receta para los amantes del buen comer
Todo comienza con unas pechugas de pollo que se adoban a conciencia. Se salpimientan y se espolvorean con pimentón, ajo en polvo y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Se remueven bien para que todas las piezas queden impregnadas y se dejan reposar un par de horas en la nevera. Este paso es fundamental para que el pollo absorba bien los sabores. Una vez marinadas, las pechugas se doran en una cazuela hasta que tomen un bonito color. Luego se retiran y se reservan para el toque final.
En el mismo aceite que ha dejado el pollo, y que ya está lleno de sabor, se sofríen cebolla picada y unos dientes de ajo. Cuando están bien rehogados, se añade tomate concentrado y una pizca de cayena en copos, lo justo para darle un ligero punto picante sin que se robe el protagonismo. Se le da un par de vueltas y se incorpora caldo de pollo. Todo esto se lleva a ebullición y se tritura con túrmix hasta obtener una salsa homogénea y potente. A continuación, se devuelve esta salsa cremosa a la cazuela y se enriquece aún más con nata para cocinar, un poco de tomate seco finamente picado y una generosa ración de parmesano rallado. En ese momento, el aroma ya es una promesa de lo que está por venir. Se reincorpora el pollo, se añade albahaca fresca picada y se deja hervir todo junto durante unos minutos para que los sabores se fundan.
El resultado es un pollo jugoso en una salsa irresistible que pide a gritos un acompañamiento simple pero perfecto: unas patatas fritas caseras y, por supuesto, media barra de pan para no dejar ni una gota en el plato. Es uno de esos platos que se disfrutan con todos los sentidos, desde el olor que inunda la cocina hasta la satisfacción de cada bocado. Ideal para una comida en familia o para sorprender a tus invitados sin complicarte la vida. Una receta que demuestra que con ingredientes sencillos se pueden lograr auténticos momentos de placer gastronómico.