El mundo de la cocina está lleno de pequeños secretos que pasan de generación en generación, pero de vez en cuando aparece una voz experta que nos deja completamente sorprendidos con un truco tan sencillo como inesperado. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en un vídeo del perfil de Instagram del @mercatdelninot, donde una pescatera catalana explica, mientras limpia un rape fresquísimo, la forma ideal de convertir este pescado en un bocado meloso, crujiente y absolutamente irresistible. Mientras retira la piel y deja el lomo impecable, revela un consejo con todo el potencial para convertirse en un clásico de cocina casera: una técnica de rebozado que transforma por completo el resultado final y que, según dice con humor, hará que las nietas piensen que la abuela es “súper original”.
Una pescadera catalana revela el truco para que el rape quede meloso y crujiente
La pescadera empieza explicando que el primer paso para trabajar bien el rape es cortarlo en medallones de un grosor medio, suficiente para que se mantengan tiernos por dentro pero permitan conseguir una textura exterior prácticamente perfecta. Hasta aquí, nada especialmente sorprendente, porque es una práctica habitual en muchas cocinas domésticas y profesionales. Pero lo realmente interesante viene después. En lugar de usar la clásica combinación de harina y huevo para rebozar, recomienda darle un toque totalmente distinto: picar quicos y mezclarlos con la harina. Esta idea tan simple convierte el rebozado en una capa ultra crujiente, con un punto salado y tostado que contrasta maravillosamente con la suavidad natural del rape.
El truco tiene una lógica culinaria impecable. Los quicos, al ser maíz tostado, aportan una textura que la harina sola no puede proporcionar. Al freírse, se vuelven aún más crujientes y crean una superficie irregular que captura pequeñas burbujas de aire y mantiene el interior jugoso y meloso. Además, añaden un sabor ligeramente tostado, casi caramelizado, que combina sorprendentemente bien con el gusto suave y delicado del pescado. Es uno de esos trucos que sorprenden por su sencillez, porque cualquiera puede reproducirlo en casa sin necesidad de técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar.
Los quicos, al freírse, crean una superficie más crujiente y mantienen el interior jugoso y meloso
La pescatera comenta también, con esa naturalidad propia de quien trabaja producto fresco cada día, que este rebozado “marca la diferencia”, porque es inesperado pero nada estridente. Y añade una frase que ha conquistado a todo el que ha visto el vídeo: las nietas pensarán que la abuela es súper original. Y seguramente tenga razón. En una época en la que las redes sociales impulsan tendencias gastronómicas a un ritmo vertiginoso, este truco tiene una esencia tan casera y auténtica que es imposible que no genere simpatía. Además, convierte un plato sencillo en una propuesta con personalidad, perfecta para un almuerzo informal, para sorprender invitados o simplemente para dar un aire nuevo a un pescado que a menudo preparamos siempre igual.

Si buscabas una manera de darle vida al rape y convertirlo en un plato crujiente, meloso y con un toque de creatividad, este truco de los quicos picados es, sin duda, una de esas ideas que merece la pena incorporar a tu recetario. ¡Buen provecho!