Recalentar pasta suele ser uno de esos retos cotidianos que, si no se hace bien, termina arruinando un plato que originalmente estaba delicioso. ¿El resultado más habitual? Una textura chiclosa, pegajosa o directamente una pasta reseca que ha perdido toda su gracia. Pero lo que muchos no saben es que existe un truco muy sencillo y efectivo que se ha transmitido durante generaciones en muchas casas: el truco de la abuela. Una técnica simple, sin complicaciones y que no requiere ningún utensilio especial, pero que consigue que la pasta recalentada quede tan sabrosa y suelta como recién hecha. Esta forma de calentar la pasta, lejos del microondas y de los errores comunes, se basa en algo tan básico como devolverle su humedad original, y eso marca la diferencia.

El truco de la abuela para calentar la pasta

El secreto está en evitar recalentar la pasta directamente, ya sea en el microondas o en la sartén, y optar por una técnica que recupere su textura natural sin romperla. ¿Cómo se hace? Basta con poner agua a hervir, y una vez que llegue al punto de ebullición, apagar el fuego. Entonces, se introduce la pasta cocida durante unos 30 a 60 segundos, dependiendo del grosor. Esto permite que la pasta se caliente de forma suave, sin pasarse de cocción y sin perder su consistencia firme y jugosa. De hecho, no solo recupera su textura, sino también parte de su sabor, sobre todo si fue cocinada con una salsa que aún conserva.

Nunca utilices el microondas / Foto: Unsplash
Nunca utilices el microondas / Foto: Unsplash

Este método, además de ser rápido, es mucho más respetuoso con el alimento que el microondas, donde el calor no se distribuye de forma uniforme y tiende a secar los ingredientes. Incluso la pasta con salsa puede beneficiarse del truco de la abuela, siempre que se reserve un poco de líquido al recalentarla o se añada una cucharada de agua para reactivar la salsa. El calor suave ayuda a que todo vuelva a integrarse sin que el plato pierda su armonía original.

Con este truco conseguirás una textura firme y jugosa, aparte de gran parte de su sabor original

Otra de las ventajas de este método es que sirve para cualquier tipo de pasta: desde macarrones hasta espaguetis o tallarines. También es ideal si se ha guardado en la nevera y ha quedado algo compacta o apelmazada. En ese caso, una breve inmersión en agua caliente es suficiente para separarla sin esfuerzo y devolverle esa textura ligera tan característica de una pasta bien hecha.

Deja que lo práctico y lo sabroso vayan de la mano / Foto: Unsplash
Deja que lo práctico y lo sabroso vayan de la mano / Foto: Unsplash

A veces, los trucos más eficaces no están en los libros de cocina, sino en la memoria familiar, donde lo práctico y lo sabroso van de la mano. Así, con un poco de agua caliente y un toque de paciencia, podrás disfrutar de tu pasta recalentada como si acabara de salir de la olla.

Este artículo ha sido elaborado con la ayuda de ChatGPT y supervisado por un periodista de Elnacional.cat.