La carne es un producto muy habitual en la dieta de la mayoría de personas. Hace unos años, sin embargo, la carne era un producto casi de lujo. El acceso a los alimentos no ha sido siempre tan sencillo como es ahora; sin supermercados ni servicio a domicilio, la gente se tenía que espabilar para aprovechar y conservar todas las partes de carne de los animales. Algunos cortes y elaboraciones, gracias al abaratamiento de precios y a la abundancia de recursos, han llegado hasta nuestros días. Pero hay otras carnes y preparaciones que se han ido perdiendo por el camino y que no han tenido éxito en nuestra sociedad de consumo. Hoy te explicamos cuáles son las carnes típicas de la cocina catalana menos habituales, pero igualmente deliciosas.
Carnes tradicionales en Catalunya
Si hiciéramos una lista de todos los pescados que se consumen en Catalunya, no acabaríamos nunca. Pero si hablamos de carne, es más fácil hacernos una idea general de todos los productos que se han consumido tradicionalmente en nuestra casa. Desde las más conocidas, como la de cerdo o ternera, hasta las más inusuales, como la de rebeco, estas son las carnes catalanas de nuestro recetario tradicional:
- Cerdo
- Ternera
- Pollo
- Gallina
- Cordero
- Oveja
- Cabrito
- Cabra hispánica
- Conejo
- Liebre
- Pato
- Oca
- Codorniz
- Perdiz
- Pavo
- Pichón
- Zorzal
- Rebeco
- Ciervo
- Jabalí
- Rana
- Caracol

Un conjunto de productos y sabores que a menudo no se conocen porque la manera de producir y de consumir de hoy en día ha hecho que nos dejemos la mayoría de tradiciones por el camino
En total son más de una veintena de animales los que forman parte de la tradición culinaria de Catalunya. A pesar de ser muchas (seguramente muchas más de las que conocías), no son todas. Esta veintena de animales son los que aparecen en el Corpus de la Cuina Catalana, la obra de referencia que recoge el patrimonio culinario del país. Además de estas, sin embargo, hay carnes de otros animales que seguramente se han consumido en lugares locales concretos, como algunas aves o animales de caza, pero que no forman parte del patrimonio del país porque su consumo no es general.
Platos poco habituales
A nadie le extraña que el cerdo, el pollo o la ternera sean animales que se utilizan para el consumo humano. Tampoco nos extraña, a pesar de ser menos habitual, que comamos caracoles, conejo o cordero. Lo que seguramente no sabías es que el zorzal o la oca son aves que forman parte de nuestro recetario, o que el rebeco y el ciervo son carnes de caza habituales en algunos restaurantes. También llaman la atención la cabra hispánica o la gallina, con una receta concreta cada una que aparece en el recetario del Corpus. La liebre, la perdiz o la rana son también carnes poco habituales; si bien es cierto que las ancas de rana son un plato curioso que a todo el mundo le suena, la liebre y la perdiz son más difíciles de encontrar.
Un conjunto de productos y sabores que a menudo no se conocen porque la manera de producir y de consumir de hoy en día ha hecho que nos dejemos la mayoría de tradiciones por el camino. Criar cerdos es mucho más fácil y rentable que criar ranas o zorzales; pero las ranas y los zorzales forman parte del patrimonio culinario catalán igual que el pollo y la ternera.