¿Te imaginas una leche que no viene de vacas, pero tampoco de almendras, soja o avena? Pues eso es exactamente lo que muestra Mariana Zapién, ingeniera en alimentos, en uno de sus vídeos más sorprendentes en la cuenta de Instagram @ingdetusalimentos. En él nos presenta una leche que parece magia, pero en realidad es pura ciencia: una bebida láctea elaborada ni más ni menos que por microorganismos. Nada de animales ni plantas. ¿Cómo? Gracias a una técnica revolucionaria llamada fermentación de precisión.

Esta leche no viene ni de las vacas ni de las plantas

Este proceso, que recuerda mucho al de hacer cerveza, consiste en programar microorganismos para que produzcan proteínas idénticas a las de la leche de vaca. Es decir, en lugar de ordeñar animales, lo que se hace es fermentar estos organismos en un entorno controlado, donde fabrican las proteínas necesarias para crear leche sin vaca de por medio. Luego, esas proteínas se secan, se procesan y se usan para elaborar productos como leche líquida, helados, quesos o yogures, todos ellos sin lactosa ni colesterol, pero con el mismo sabor y textura cremosa que los tradicionales.

Una leche diferente / Foto: Unsplash
Una leche diferente / Foto: Unsplash

Según explica Mariana, esta nueva generación de alimentos ya no es futurista, ya está aquí. En países como Estados Unidos, Singapur y otros ya se pueden encontrar productos elaborados con este tipo de fermentación, y lo mejor es que han sido avalados por organismos oficiales como la FDA, que garantiza su seguridad para el consumo. Y es que al ser una leche sin lactosa, también resulta ideal para personas con intolerancias, y su menor impacto ambiental la convierte en una opción más sostenible para el planeta.


El vídeo no solo informa, sino que despierta la curiosidad. Mariana tiene la habilidad de traducir términos técnicos complejos a un lenguaje cercano, ágil y comprensible, explicando de manera sencilla cómo estos avances están transformando lo que comemos. Verla hablar de este tipo de leche, señalar su aspecto idéntico al de una leche convencional, pero explicar que no viene de ningún animal ni vegetal, deja a cualquiera con la boca abierta.

Esta tecnología no busca imitar, sino recrear exactamente lo mismo molécula por molécula

Lo más impactante es que esta tecnología no busca imitar, sino recrear exactamente lo mismo, molécula por molécula. La proteína es la misma, pero el proceso es distinto. Y eso abre la puerta a un nuevo paradigma en la producción de alimentos, donde los microorganismos podrían convertirse en los nuevos “granjeros” del futuro. ¿Será esta la leche del mañana? Si sabe igual, cuesta menos al planeta y no necesita animales, todo apunta a que sí.