Nunca dejaré de decir que TikTok es una fuente inagotable de ideas y la plataforma que más hambre da. Eso sí, hay que saber dónde mirar y de quién fiarse. Una vez aprendida la lección de que las recetas fáciles con tan solo tres ingredientes nunca salen bien, más aún si son postres y se añade el “sin azúcar y sin harinas”, la mayoría de las recetas que pruebo no solo son un éxito, también una fuente de inspiración mayor aún. El último caso que tengo para contar es el hojaldre de espárragos. Es cierto que son tres ingredientes principales, pero no cualesquiera. Necesitas: una masa de hojaldre, queso rallado y espárragos verdes.

Hojaldre de espárragos y queso: ideal para una cena resultona

La preparación es bien sencilla. Solo tienes que extender la masa sobre la bandeja de horno —pon papel de horno debajo para que no se pegue y picha con un tenedor para que no se hinche—. Sobre la masa, extiende bien de queso, coloca los espárragos ordenados y limpios (no seas rácano a la hora de cortar la base porque luego te fastidiará encontrar la zona dura y hebrosa) y termina con otro puñado de queso por encima para que se gratine. Sigue las instrucciones de la masa a la hora de meterla en el horno y lista.

Espárragos / Foto: Unsplash
Espárragos / Foto: Unsplash

Esta receta tan sencilla y apetitosa pedía enriquecerse a gritos. En la primera versión jugué con los quesos. Esto, está claro, si quieres que se derrita y quede jugosa, apuesta por la mozzarella. Si te gusta el toque intenso y tostado, el parmesano es tu queso, sobre todo por encima. Si sigues jugando con los quesos, el paso casi natural es añadir queso de cabra. Colocar unos tacos de queso de cabra por encima ya es un plus, pero si necesitas sorprender a unos invitados solo tienes que añadir un poco de cebolla caramelizada en el último momento. Aplaudirán.

Más fresca o más contundente y con extra de aroma

Si no quieres tanto queso, una opción más ligera es añadir unos tomates cherry por encima (y ahorrarte la segunda capa de queso). Lo de poner tomate por debajo como si fuese una pizza no lo recomiendo, porque el resultado final será eso, una pizza, y no un hojaldre crujiente. Si quieres darle un toque aún más sabroso, prueba añadir unas lonchas finísimas de jamón ibérico o bacon crujiente justo al salir del horno. El contraste del salado con el hojaldre crujiente y el puntito vegetal de los espárragos es una locura, y te bastará con cubrirlos en los últimos dos minutos de gratinado para que no se quemen.

Queso rallado / Foto: Unsplash
Queso rallado / Foto: Unsplash

Otra idea es jugar con hierbas y especias. Antes de espolvorear el queso, esparce un poco de tomillo o romero fresco sobre la masa y, si te gusta el picante, añade unas escamas de guindilla seca. Cuando el hojaldre salga, remata con unas hojitas de albahaca o rúcula para dar frescura y color. Finalmente, si quieres un contraste dulce-salado irresistible, prueba a pincelar la masa con una finísima capa de pesto de albahaca o incluso un chorrito de miel al final. Verás cómo la mezcla de sabores eleva este hojaldre a otra dimensión: irresistiblemente crujiente, cremoso por dentro y lleno de matices. ¡Pruébalo y no podrás quedarte con una sola versión!