Es fácil creer que tampoco se toma tanto azúcar como para que sea un problema. Una cucharada en el café de la mañana y algún dulce en ocasiones especiales no es para echarse las manos a la cabeza. El problema es todo el azúcar que consumimos sin ser conscientes, o al menos, plenamente conscientes. Hay azúcar en el tomate frito, en muchos tipos de panes, en embutidos, salsas, etc. La lista es inmensa y repleta de productos que seguro no esperabas encontrar. Y ese el motivo por el que si la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 25 gramos de azúcar añadido al día o, lo que es lo mismo, unas seis cucharillas de café, lo cierto es que, en la inmensa mayoría de países desarrollados, esta cantidad se duplica fácilmente.

Reducir el consumo de azúcar

Existen muchos motivos por los que reducir el consumo de azúcar, tantos como enfermedades están detrás de un consumo desproporcionado. El elevado consumo de azúcares es uno de los mayores responsables de la obesidad y el sobrepeso. Un gran peligro, ya que agrava enfermedades como la diabetes, la hipertensión e incluso algunos tipos de cáncer.

Sucre blanc / Foto: Pixabay
Existen muchos motivos por los que reducir el consumo de azúcar / Foto: Pixabay

Y es que, nuestro organismo no necesita azúcar añadido para vivir. Con el que encontramos de forma natural en los alimentos (desde las frutas a la leche) es más que suficiente para su correcto funcionamiento. Es más, los problemas aparecen cuando este azúcar es demasiado, y no al contrario.

Empieza el reto

Así pues, toca eliminar ese veneno blanco lleno de calorías vacías que tanto daño nos está haciendo. Estos fueron mis pasos.

Poco a poco

Ni me plateé quitar el azúcar de mi vida de la noche a la mañana. Hay que dar pequeños pasos, pero seguros. Por ejemplo, primero pasé de dos cucharadas de azúcar en el café a una. Para alegrarlo poco añadí canela, que le da un sabor dulzón y especial.

Encuentra sustitutos que te sepan bien

Un ejemplo es la canela para el café y otro la miel. En mi caso fue la clave para desterrar los yogures edulcorados. Primero añadí un poco de azúcar (para que el cambio sea gradual). Después, descubrí lo rico que está con un poquito de miel, que también endulza y añade mil y una propiedades más.

Sucre blanc / Foto: Pixabay
Hay que dar pequeños, pasos pero seguros / Foto: Pixabay

Leer etiquetas

Parece un requisito fundamental a la hora de querer comenzar a cuidarse y así lo es. Y para ello hay que aprenderse todos los nombres del azúcar y es que la industria alimentaria ha sabido muy bien como camuflarlo gracias a las numerosas formas que utiliza para nombrarlo como: glucosa, panela, dextrosa, jarabe de maíz, melaza, néctar y otros muchos más. Todos son igual de dañinos y deben ir fuera.

Innovar

Hay muchas formas de endulzar un plato y de ellas, los nutricionistas coinciden en que apostar por la fruta, sin duda la opción más saludable. Un plátano maduro es perfecto para reducir el azúcar que añadimos a un bizcocho, siendo, junto a los higos o las manzanas, algunas de las frutas más dulces. En el caso de la repostería, también son de gran ayuda el coco rallado, la canela o la esencia de vainilla, consiguiendo quitar gramos de azúcar sin perjudicar el sabor.

Eliminar el azúcar de la dieta es todo un desafío, pero si te lo propones puedes conseguirlo. Además, una vez que das el primer paso, te aseguro que no hay vuelta atrás.