Hay trucos de cocina que sorprenden por su simplicidad y genialidad, y uno de ellos es el que se ha vuelto viral gracias a un vídeo en Instagram de la cuenta @1_minutodeideas. En apenas sesenta segundos, este perfil demuestra cómo crear un molde casero con papel de aluminio, ideal para esos momentos en los que te das cuenta, cuando ya tienes la mezcla lista, de que no tienes el molde adecuado. Sin necesidad de comprar nada ni interrumpir la receta, este truco convierte un simple trozo de papel de aluminio en una herramienta práctica y resistente, lista para entrar en el horno.
Cómo improvisar un molde con papel de aluminio
La clave está en utilizar papel de aluminio y un rollo de papel higiénico vacío como base para dar forma. El proceso no puede ser más fácil: basta con coger un trozo generoso de aluminio y doblarlo por la mitad, para que tenga mayor consistencia. Luego, se coloca el tubo de cartón del papel higiénico en un extremo y se empieza a enrollar el papel de aluminio sobre sí mismo, girando poco a poco el tubo hasta llegar al final. Así conseguimos un cilindro perfecto, con la forma y la rigidez necesarias para soportar el calor del horno sin deformarse.

Una vez enrollado, llega el momento de cerrar bien la base, presionando el aluminio con los dedos o ayudándote de una cuchara para compactar los pliegues. Después, se retira con cuidado el rollo de cartón del interior, y lo que queda es un molde improvisado y completamente funcional. Dependiendo de lo que quieras preparar, puedes ajustar el tamaño y la altura del molde simplemente cortando más o menos aluminio. En cuestión de un minuto, tendrás un molde perfecto para hornear bizcochos pequeños, magdalenas, flanes o porciones individuales de brownie.
Este ingenioso truco no solo ahorra tiempo y dinero, sino que además ofrece una gran versatilidad en la cocina. Puedes crear moldes redondos, rectangulares o incluso con formas personalizadas si usas objetos distintos como base: vasos, tazas o botellas pequeñas. El papel de aluminio resiste altas temperaturas, mantiene bien la forma y, si se refuerza con doble capa, es prácticamente tan sólido como un molde tradicional.
Esta solución ofrece una gran versatilidad en la cocina
Además, este tipo de moldes caseros son ideales para cocinar en pequeñas cantidades o para quienes viven solos y no necesitan grandes recipientes. También es una solución ecológica, ya que puedes reutilizar el aluminio si lo limpias con cuidado después del uso.
Con un simple trozo de papel de aluminio y un poco de ingenio, puedes salvar cualquier receta en el último momento. Así que la próxima vez que vayas a hornear y descubras que no tienes molde, recuerda este truco: un minuto, un trozo de papel de aluminio y mucha creatividad.