Los mercados de Barcelona son una joya gastronómica única. Repartidos en diferentes puntos de la ciudad, los mercados son bastiones del buen producto y del tejido social de los barrios. Espacios donde el buen producto y el buen trato al cliente confluyen para ofrecer a los vecinos la mejor experiencia a la hora de comprar alimentos. En los mercados podemos encontrar de todo, pero cada uno escoge los puestos que más le gustan. Una de las personalidades de Barcelona que va a comprar a los mercados es el pastelero Christian Escribà, que a través de las redes sociales ha compartido cuáles son sus puestos favoritos.
Los puestos favoritos de Christian Escribà
Lo más habitual suele ser ir a comprar al mercado que queda más cerca del barrio donde vives, pero a veces hay puestos que merecen una visita expresamente. Es el caso de Bolets Petràs, que hace unos días anunciaba un paro temporal de su actividad en la Boqueria para remodelar el puesto y reorganizar el negocio. El de la Boqueria es un caso aparte; un mercado que es víctima de la masificación turística y que está obligando a convertir los puestos de toda la vida en escaparates de souvenirs y papelinas de comida preparada. Pero a pesar de este deterioro, en la Boqueria todavía quedan puestos de calidad de los de toda la vida. Es el caso de Soley Boqueria, el puesto favorito de Christian Escribà para comprar fruta, verdura y setas de temporada.
Cada distrito tiene diferentes mercados; el del Ninot, el de las Corts, el de la Llibertat... Uno de los más míticos es el mercado de Sant Antoni. Es justamente aquí donde Escribà visita otro de sus puestos favoritos. En este caso, se trata de Masclans, una bacaladería donde, según el pastelero, tienen el mejor bacalao de la ciudad. El bacalao es un producto único y exquisito que, por su tradición y su manera de conservarse y tratarse, tiene puestos propios en los mercados y tiendas de la ciudad.

Qué comprar en los mercados
Escribà explica que él no compra dulces en los mercados; compra, sobre todo, carne, pescado, fruta y verdura. Es decir: productos frescos. Ahora bien, en los mercados de Barcelona se puede encontrar de todo. Visitando uno solo hay bastante para hacer la compra entera, pero a veces, como en el caso de Escribà, hay puestos únicos que vale la pena visitar expresamente. En todos los mercados hay puestos de fruta y verdura, carne y pescado, pero también hay puestos de huevos, de conservas, de bacalao o incluso de olivas. En algunos mercados, como el de Santa Caterina, hay incluso puestos dedicados a la casquería.
Ir al mercado implica salir con las bolsas llenas de buen producto, pero también con las pilas de autoestima recargadas por las nubes

La principal ventaja de los mercados es que los puestos se especializan en un tipo de producto y eso hace que la calidad de todo lo que venden sea muy superior a la de otros tipos de establecimientos. Además, el trato que recibes en el mercado por parte de los tenderos es inmejorable; ir al mercado implica salir con las bolsas llenas de buen producto, pero también con las pilas de autoestima recargadas por las nubes. Comprar en el mercado también es defender el producto de proximidad y mantener las tradiciones culinarias, pero sobre todo es apoyar a la buena gente que se gana la vida de manera honrada en la ciudad.