El puesto de Bolets Petràs, uno de los más icónicos del mercado de la Boqueria, baja la persiana temporalmente. Durante unos meses, los Petràs remodelarán el puesto de la Boqueria, pero mantendrán la actividad con los pedidos de restaurantes. El negocio no se detiene, sino que se reinventa, pero parará la venta al detalle durante un tiempo.
Cambios en el mercado
El Mercado de la Boqueria vive en constante transformación. La masificación turística y la promoción del mercado como un atractivo a visitar han hecho que los puestos de toda la vida hayan ido cerrando, o hayan tenido que adaptar el producto que venden al tipo de cliente que frecuenta el espacio. En la Boqueria es más fácil encontrar un smoothie o una empanada que unos tomates o un buen fuet. Todavía hay resistentes; con paciencia y determinación, todavía es posible encontrar buen pescado o buena carne, pero a veces parece misión imposible. Uno de estos resistentes era el puesto de Bolets Petràs, un comercio mítico que ofrece setas y flores comestibles de primera calidad. La venta al detalle era su negocio principal, aunque también hacen pedidos a restaurantes. Uno de los cocineros que frecuentaba el puesto, entre otros, era Albert Adrià, chef del restaurante Enigma.

"Tendremos que tener el puesto del mercado cerrado entre seis meses y un año, en función del tiempo que tardemos a reorganizarlo todo"
Ahora, sin embargo, ni Adrià ni ningún otro cliente podrá comprar setas en el puesto durante un tiempo. Xavier Petràs explica que "tendremos que tener el puesto del mercado cerrado entre seis meses y un año, en función del tiempo que tardemos a reorganizarlo todo." Petràs afirma que los cambios en el mercado también los afectan y que han tenido que reorientar el negocio. La actividad con la restauración no se detiene, pero ahora gestionarán los pedidos desde un almacén y no desde la Boqueria.
Paro temporal
Eso no quiere decir que Bolets Petràs cierre para siempre. Durante unos meses, los Petràs remodelarán el puesto para adaptarlo al nuevo negocio. Un negocio que, según explica Xavier Petràs, "ya no podrá ofrecer la misma calidad de producto en venta al detalle porque el cliente de calidad ya no frecuenta el mercado. En vez de rebozuelos frescos, seguramente tendrán que ser secos, por ejemplo". El paro es temporal, pero de momento no se saben los plazos de la reforma. Todo dependerá de cómo vayan los trámites y las obras.
El cambio en el puesto de los Petràs certifica la decadencia de un mercado que ha vendido su esencia al turismo
Los clientes de Bolets Petràs se quedarán sin poder visitar el puesto durante un tiempo, pero todavía podrán encontrar su excelente producto en los restaurantes de la ciudad que se lo compran. El cambio en el puesto de los Petràs certifica la decadencia de un mercado que ha vendido su esencia al turismo a cambio de renunciar a los negocios tradicionales de los paradistas de toda la vida.