Tal día como hoy del año 1938, hace 83 años, y en el contexto de la Guerra Civil española (1936-1939), las Brigadas Internacionales (los voluntarios procedentes de varios países europeos y americanos que luchaban a favor de la República) iniciaban su retirada de Catalunya, que se produciría de forma gradual y que culminaría unas semanas más tarde, bien entrado el mes de diciembre. El inicio de aquella retirada se produjo cuando, todavía, se estaba librando la Batalla del Ebro (julio – noviembre, 1938); y vino motivada por la presión que el Comité de No Intervención (una reunión de veintisiete estados europeos y americanos creada, oficialmente, para evitar el contagio del conflicto español al conjunto del continente) había ejercido sobre el gobierno de la República.
El abandono de las Brigadas Internacionales, que habían tenido un destacado papel en varios frentes de guerra del conflicto, puso de manifiesto la ingenuidad política y la escasa talla de estadistas de los dirigentes de la República. Poco antes (21 de septiembre de 1938) y delante de la Sociedad de Naciones, el presidente del Gobierno Juan Negrín (PSOE) había aceptado la evacuación de las Brigadas Internacionales, confiando en que el Comité de No Intervención obligaría a los regímenes nazi alemán y fascista italiano a retirar su apoyo militar y armamentístico al bando alzado. Las Brigadas se retiraron (incluso antes de decidir el resultado de la Batalla del Ebro); pero, en cambio, los alemanes y los italianos siguieron participando en el conflicto.
Sin embargo, algunos mandos de compañías brigadistas (que, a diferencia de Negrín, siempre creyeron que aquella retirada era una trampa) se negaron a abandonar Catalunya (en aquel momento aislada del resto del territorio de la República) y siguieron combatiendo hasta las primeras semanas de 1939. Estos últimos brigadistas fueron evacuados con las columnas de refugiados civiles republicanos a Francia (enero, 1939). En cambio, Negrín, cuando fue consciente de que con su error había malbaratado las escasas opciones de ganar la guerra que le quedaban a la República, no se le ocurrió otra cosa que multiplicar las "levas del biberón" que, a partir de aquel momento, serían exclusivamente reclutadas entre la población catalana y valenciana.
Imagen principal: Las Brigadas Internacionales. Foto: Robert Cappa.