La derrota en Sevilla sigue trayendo cola en el vestuario del FC Barcelona. El 4-1 no solo fue un golpe en la clasificación, sino también un aviso interno. El equipo de Hansi Flick quedó expuesto. Sin carácter, sin rebeldía, sin alma. Y lo que más preocupa dentro del vestuario es que el técnico parece tener favoritos intocables pese a su bajo rendimiento.

El análisis posterior en el vestuario fue duro. Algunos jugadores hablaron claro: “así no se puede competir”. No hubo reproches públicos, pero sí miradas y comentarios en voz baja. Los futbolistas asumen su parte de culpa, pero también creen que el míster se está equivocando. Y el debate interno apunta directamente a dos nombres.

Frenkie de Jong, en el punto de mira

El primero es Frenkie de Jong. El neerlandés, pieza capital para Flick, ya no es el jugador dominante que llegó del Ajax. De hecho, para muchos nunca ha llegado a serlo. Lento, previsible y poco influyente. Pese a ello, el técnico lo mantiene como titular indiscutible, sin apenas rotaciones. Dentro del grupo hay quien considera que Marc Casadó o incluso Marc Bernal, el joven canterano, merecen más protagonismo. Su energía, intensidad y compromiso en los entrenamientos contrastan con la versión apagada de Frenkie.

Frenkie de Jong y Salomón Rondón Oviedo-Barca

Los más veteranos reconocen que De Jong sigue siendo un futbolista con una enorme calidad, pero no entienden su inmunidad ante el rendimiento. Incluso en los peores partidos, su nombre aparece siempre en el once. Esa decisión genera inquietud y cierto malestar entre algunos jugadores, que perciben un trato de favor.

Koundé no encuentra su mejor versión

El segundo nombre que genera debate es Jules Koundé. Su rendimiento también ha caído de forma alarmante. El francés no transmite seguridad ni liderazgo. En Sevilla, fue superado una y otra vez. Sin Lamine Yamal, el equipo pierde una pieza que ayudaba a equilibrar el sistema defensivo, y eso está dejando al descubierto las carencias de Koundé. El delantero solía fijar a los laterales rivales, algo que no está ocurriendo sin su presencia. El resultado: se repiten dos contra uno en la defensa azulgrana que Koundé no puede contener.

Sevilla-Barça Kounde EFE

Dentro del vestuario, varios compañeros creen que el lateral derecho necesita descanso. Otros piensan que debería volver a jugar como central y que Eric García ocupe su posición en el lateral. Pero Flick insiste en mantenerlo donde está. 

Fuentes del entorno culé aseguran que el entrenador sigue confiando plenamente en ambos. Considera que son piezas estructurales, intocables por su jerarquía y por la calidad que han mostrado en el pasado. Pero la realidad del campo dice otra cosa. El equipo no carbura, y los intocables de Flick no están marcando diferencias.