La temporada 2025-2026 ya ha empezado, y Marc Casadó se ha visto relegado a un papel muy secundario en el FC Barcelona. Después de ser una de las notas positivas de la pasada campaña, donde logró asentarse durante varias jornadas como titular en el eje del centro del campo, su presencia en los planes de Hansi Flick ha disminuido drásticamente con el regreso de los pesos pesados y la aparición de nuevas alternativas.
En verano, Casadó fue objeto de rumores de salida. Clubes de LaLiga y del extranjero mostraron interés, pero el jugador decidió quedarse, impulsado por su fuerte identificación con el club y la esperanza de seguir creciendo bajo la tutela de Flick. Sin embargo, las primeras semanas de competición han confirmado los temores: el exceso de talento en la medular le ha dejado sin protagonismo.

Un escenario que anticipa movimientos en invierno
Con Pedri, Frenkie de Jong, Gavi, Fermín López y la irrupción de Marc Bernal, Casadó ha quedado como la sexta opción en un centro del campo superpoblado. Hasta ahora, solo ha sumado minutos testimoniales en partidos menores, y no parece que la situación vaya a cambiar a corto plazo. Por ello, según fuentes del club, el jugador ya contempla seriamente un cambio de aires en el mercado de enero.
El canterano tiene contrato hasta 2026 y está valorado en 30 millones de euros, una cifra que no pasaría desapercibida para una directiva que sigue pendiente del fair play financiero. Aun así, su deseo declarado ha sido siempre consolidarse en el primer equipo. La decisión no será fácil: irse para jugar o seguir peleando por minutos en el club de su vida.

Un activo del club sin sitio en el presente
Desde el cuerpo técnico valoran su actitud y profesionalidad, pero el contexto actual no le favorece. Flick prioriza perfiles con más recorrido ofensivo o con mayor experiencia internacional, y por el momento Casadó no encaja en esa rotación. A esto se suma que el Barça ha reforzado su estructura de cantera con jóvenes que también aspiran a dar el salto, lo que complica aún más su proyección.
Casadó es consciente de que su situación puede estancarse si no toma una decisión firme antes de invierno. Por ello, aunque no lo hará público, su entorno ya trabaja en posibles destinos que le permitan crecer sin desvincularse del todo del club, y una cesión con opción de recompra o cláusula de retorno sería una vía lógica.
Marc Casadó no quiere convertirse en un caso más de talento desaprovechado. Su compromiso con el Barça sigue intacto, pero su ambición deportiva le obliga a contemplar otros caminos si en los próximos meses no cambia su rol en el equipo.