En el FC Barcelona ya se piensa en el futuro sin Robert Lewandowski. El polaco finaliza contrato en 2026 y, salvo giro inesperado, pondrá punto y final a su etapa en el club ese mismo verano. La dirección deportiva trabaja con varias alternativas para cubrir una ausencia que será muy difícil de llenar. Entre los nombres que figuran en la lista destacan dos: Erling Haaland y Julián Álvarez. Ambos están en la agenda, pero dentro del club cada vez son más las voces que creen que el noruego es la opción más adecuada.
Julián gusta, pero hay dudas
Los argumentos son claros. Julián Álvarez es un delantero de gran calidad, con movilidad, sacrificio defensivo y capacidad para asociarse en tres cuartos. Sin embargo, se le critica que no ha demostrado ser un goleador nato, justo lo que más necesita el Barça en el corto y medio plazo. Sus cifras en el Atlético de Madrid no terminan de ser determinantes, algo que preocupa a quienes piensan en el futuro de la delantera azulgrana. Nadie duda de que tiene talento y margen de crecimiento, pero en el Camp Nou consideran que, para suplir a Lewandowski, hace falta un atacante con instinto demoledor.
Haaland es un goleador
Ahí es donde entra en escena Erling Haaland. El delantero del Manchester City representa, para muchos, el perfil ideal: poderío físico, capacidad para decidir partidos y unas estadísticas goleadoras que lo colocan ya en la élite histórica a pesar de su juventud. En el vestuario y en la directiva saben que tener a Haaland en la plantilla supondría un salto inmediato de calidad, asegurando cifras goleadoras que podrían mantener al Barça en lo más alto de Europa.
El gran inconveniente es económico. Haaland tiene contrato con el City y, aunque la puerta a su salida podría abrirse si el conjunto inglés encadena otra temporada decepcionante, su fichaje no sería barato. No tanto en traspaso, pues existen cláusulas liberatorias que podrían facilitar la operación, sino en salario. El noruego exigiría un sueldo acorde a su nivel y a su estatus, algo que pondría a prueba las delicadas cuentas del Barça.
Por eso, la discusión interna sigue viva. Julián Álvarez supondría una operación más asumible, tanto en precio de traspaso como en salario. Pero en el área deportiva crece la idea de que, si se quiere dar un golpe de autoridad en el mercado y asegurar un relevo de garantías para Lewandowski, Haaland es el camino a seguir.
El debate está servido. El Barça sabe que el verano de 2026 será clave para marcar su futuro inmediato. Y aunque Julián sigue siendo un plan más que válido, en el club empiezan a inclinarse por Haaland, el delantero que podría marcar una nueva era en el Camp Nou.