Con mala cara, a la defensiva y con ganas de marcharse hacia casa. Así es como Ronald Koeman ha atendido a los medios después del empate entre el Barça y el Alavés en Mendizorrotza. Una de las primeras preguntas que ha tenido que responder ha sido por qué ha decidido sustituir a Ansu Fati por Martin Braithwaite cuando quedaban poco más de diez minutos de partido. Esta es su explicación: "En el banquillo había gente para abrir el marcador, Ansu ha tenido sus oportunidades, pero quería cambiar cosas para intentar ganar el partido", ha dicho. Y ha recalcado: "A veces me criticáis para hacer cambios tarde y hoy los he hecho en el descanso porque no estaba contento".

Con respecto al penalti no señalado sobre Frenkie de Jong en la primera parte, el técnico holandés, a diferencia de otras ocasiones, ha decidido morderse la lengua: "Ya he hablado del tema de los árbitros y esta vez prefiero no opinar. El otro día dije cómo me sentía, ya es suficiente. No quiero discutir este tema", ha asegurado.

Koeman, en cualquier caso, está preocupado por la falta de gol, no por el juego de sus hombres. "La primera parte ha sido complicada, han cerrado muy bien los espacios. El ritmo de pelota tendría que haber sido más rápido, ha sido un primer tiempo flojo. En la segunda hemos estado mejor, hemos tenido muchas oportunidades, pero no hemos sido muy acertados, tal como pasó contra la Juventus", ha dicho. Y ha añadido: "Evidentemente me preocupa que sólo hayamos sumado 2 puntos de los últimos 12. El juego ha estado en general muy aceptable, estaría más preocupado si no creáramos oportunidades. Trabajamos para mejorar, no puede ser que fallemos tanto".

Por último, un mensaje para aquellos que lo han criticado por su pasividad en los últimos instantes del partido: "Lo hemos hecho todo, desde el banquillo y desde el campo. En los últimos momentos hemos creado las oportunidades y hemos jugado como había que jugar. Si me criticas por la imagen, pues lo dejamos estar". ​Malestar en la sala de prensa de Mendizorrotza.