El 14 de agosto del 2020 todos los aficionados al fútbol, y también los del Barça, recordarán para siempre el final de una era. El mejor equipo de la historia, el liderado por Leo Messi, cae humillado en Lisboa contra el Bayern de Munich en la Champions League.

Las imágenes de la derrota son duras. Demasiado duras. Pero es una realidad que más temprano que tarde tenía que llegar. Y una de las imágenes lo ha dejado Messi. En el vestuario, sentado, mirando al suelo... Y Marc-André Ter Stegen estaba más o menos igual en la puerta.

Lo curioso es que no era al final del partido, sino que era al descanso, cuando el marcador todavía era de 1-4.