Gavi ha regresado a la dinámica del FC Barcelona con una sola idea en mente: recuperar el tiempo perdido tras su larga lesión y ser titular desde el inicio de temporada. Sus primeras actuaciones en la pretemporada han mostrado una versión intensa, agresiva y con la energía que lo caracteriza, dejando claro que no piensa conformarse con un papel secundario. En el seno del vestuario ya se comenta que su regreso podría generar movimientos inesperados en la alineación titular.
El nombre más señalado es el de Frenkie de Jong, quien está a punto de firmar su renovación y que, en los últimos meses, se había convertido en pieza imprescindible para Hansi Flick. Sin embargo, la creciente influencia de Gavi en el juego y su capacidad para equilibrar el mediocampo podrían desplazar al neerlandés en determinados contextos, especialmente si el técnico alemán busca un centro del campo más físico e intenso junto a Pedri.
El regreso de un líder competitivo
Gavi no ha tardado en recuperar su seña de identidad: presión constante, agresividad en los duelos y una determinación poco habitual en un futbolista de su edad. En los entrenamientos y amistosos de pretemporada ha transmitido la sensación de estar ya al 100%, algo que ha sorprendido incluso a parte del cuerpo técnico, que esperaba un proceso de readaptación más pausado.
Para Flick, esta es una buena noticia… y un desafío. El plan inicial contemplaba un centro del campo formado por De Jong y Pedri. Sin embargo, la irrupción inmediata de Gavi le obliga a considerar variantes en las que el neerlandés podría ser sacrificado para dar paso a un equipo más vertical y combativo, sobre todo en partidos de alta exigencia física.
Un equilibrio táctico por decidir
El problema no se limita a elegir nombres, sino a definir el estilo que quiere el nuevo Barça. Con De Jong, el equipo gana control, salida limpia de balón y capacidad para romper líneas con conducción. Con Gavi, gana presión alta, recuperación tras pérdida y un ritmo mucho más agresivo en la circulación. La elección entre uno y otro no será únicamente futbolística, sino también estratégica según el rival.
En cualquier caso, el mensaje de Gavi es claro: no piensa esperar su momento, sino crearlo desde ya. Para un Flick que busca imprimir carácter a su proyecto, tener a dos centrocampistas de alto nivel peleando por un mismo puesto es un lujo… y también un reto en la gestión del vestuario. El pulso entre el canterano y el neerlandés puede marcar la jerarquía del mediocampo culé en esta nueva temporada.