"La placa ha desaparecido, no sabemos dónde está". Así se expresa Marc, hermano de Gustau Muñoz, ante la constatación que la placa en memoria de este joven, asesinado el Onze de Setembre de 1978 por los tiros de un agente de la policía española -en lo que fue uno de los últimos crímenes del tardofranquismo-, no ha reaparecido en su lugar habitual, el edificio del número 34 de la calle Ferran, después de una larga rehabilitación que se ha alargado más de tres años. De hecho, tal como adelantó ElNacional.cat el pasado mes de julio, la retirada del andamio que cubría el inmueble ha evidenciado que, de momento, la placa no se ha recuperado, a pesar del compromiso del Ayuntamiento de Barcelona de restituirla o sustituirla por algún tipo de señalización memorialística para marcar el lugar donde Gustau, de 16 años, fue asesinado.
Teniendo en cuenta, además, que quedan pocos días para la celebración de la Diada Nacional de Catalunya, donde cada año se celebra un homenaje a Gustau Muñoz, militante independentista y comunista, con actos políticos organizados por Arran y otros colectivos de la izquierda independentista, la desaparición de la placa será más constatable este año, una situación que, además, ya ha generado acciones por parte del grupo municipal de Esquerra Republicana en el Ayuntamiento, que ya ha registrado un ruego por escrito esta misma semana reclamando la recuperación de la placa histórica y la colocación de un elemento de memoria dedicado a Gustau Muñoz en el lugar donde fue asesinado.
Marc Muñoz, en conversación con ElNacional.cat, apunta que "la placa desapareció al poco de empezar las obras", pero que desde la familia se ha ido haciendo el seguimiento de las obras e incluso en una ocasión, responsables de la rehabilitación les comunicaron la intención de "volver a ponerla", pero que, de momento, una vez retirado el andamio, la placa no se ha recuperado, a pesar de un acuerdo del Ayuntamiento de dignificar el espacio y lleva la placa histórica al Museo de Historia de Barcelona. "Si no aparece la placa, el gobierno municipal tiene que crear un espacio de memoria", indica Marc Muñoz, porque así el mismo consistorio estaría "obligado a su mantenimiento y dignificación".

Por eso, después de haber hecho varias gestiones con los anteriores gobiernos municipales para asegurar que este edificio de la calle Ferran recuerdara a Gustau Muñoz -"se desangró en la portería", recuerda su hermano- desde la familia se lamenta "un año más de desidia y desinterés municipal", y por eso insisten en que definir el lugar como espacio de memoria supondría un grado más de protección, ya que "la historia se alarga y nadie hace nada efectivo".
"Podría haber acabado en un vertedero de escombros"
Hay que tener en cuenta que la placa original, que "podría haber acabado en un vertedero de escombros" fue colocada a iniciativa de la familia y amigos el año siguiente, en recuerdo de Gustau A. Muñoz, "Militante de la Unió de Joves Marxistes-Leninistes" que "fue asesinado por las fuerzas de ocupación el 11 de septiembre de 1978", y cada año, con ocasión de la Diada Nacional, se celebra un acto de homenaje, con la placa rodeada de ramos de flores en recuerdo del independentista muerto. A pesar de esta importancia simbólica, desde el Ayuntamiento nunca ha habido un reconocimiento oficial del sitio del asesinato como espacio de memoria, que es lo que ahora reclaman los familiares, además de la recuperación de la placa original, si es que todavía existe.
Asimismo, Marc Muñoz recuerda que más allá de la memoria de Gustau Muñoz en forma placa o espacio de memoria, y aunque este Onze de Setembre se pueda poner algún tipo de placa provisional, también hay que "reactivar" el proceso judicial para aclarar los hechos, para lo cual también reclama colaboración por parte del gobierno municipal, ya que el caso de Gustau Muñoz ha quedado como uno de los sesenta asesinatos perpetrados durante el tardofranquismo, veinte de ellos en Catalunya, la mayoría de los cuales han quedado sin castigo. El caso concreto de Muñoz quedó archivado y el supuesto autor de los tiros, el policía José Luis Varela, quedó en paradero desconocido. Con todo, los familiares de Muñoz consiguieron en 2016 incluir su asesinato dentro de la llamada querella argentina que persigue los crímenes del franquismo, que de momento está congelada. "Con Milei puedes contar como irá", añade Marc Muñoz.
ERC presiona para crear el espacio de memoria
En paralelo, el grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, ha presentado un ruego al alcalde en el cual recuerda que el plenario municipal del 29 de junio de 2018 acordó la señalización del lugar donde fue asesinado Gustau Muñoz y la conservación de la placa en el Museo de Historia de Barcelona, y que el 18 de enero de 2022 en el marco de la comisión de cultura el Ayuntamiento se comprometió a velar por la preservación de la placa de mármol y, en el caso de que no fuera posible, colocar un elemento en memoria de Gustau Muñoz delante del mencionado edificio.
Por todo ello, ERC reclama que el gobierno municipal "coloque un elemento de memoria dedicado a Gustau Muñoz ante el número 34 de la calle Ferran, donde fue asesinado, y lleve a cabo las acciones pertinentes para la recuperación de la histórica placa conmemorativa de mármol con el objetivo de incorporarla a la colección patrimonial del Museo de Historia de Barcelona", una acción que se tendría que entender como "acto de homenaje a las víctimas de la violencia policial y de la extrema derecha durante el postfranquismo y de apoyo del Ayuntamiento a la exigencia de depuración de responsabilidades penales para los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidos a lo largo de la Transición". En todo caso, de momento, la placa histórica continúa en paradero desconocido.