La revolución silenciosa que está implementando Hansi Flick en el FC Barcelona tiene nombres y apellidos, y uno de ellos es Marc Casadó. El centrocampista de Sant Pere de Vilamajor, que debutó oficialmente con el primer equipo en la temporada 2024-2025, se ha ganado el respeto del cuerpo técnico gracias a su fiabilidad táctica, su intensidad competitiva y su compromiso.

Su progresión fue meteórica hasta principios de 2025, cuando una lesión y el regreso de un Frenkie de Jong en modo imperial lo relegaron al banquillo. Aun así, su rendimiento en la primera mitad del curso —con actuaciones notables en Champions y Liga— lo catapultó incluso a una convocatoria con la selección española. Este verano, en un contexto de necesidad económica, su nombre había sonado como posible venta, pero Flick ha sido tajante: Casadó no se toca.

Marc Casadó

Un perfil que encaja en la filosofía Flick

La decisión del técnico alemán no es casual. Flick valora perfiles que ofrezcan equilibrio, inteligencia posicional y capacidad de sacrificio. Casadó, con una formación eminentemente táctica en el filial y un carácter sobrio, encarna ese modelo. Además, su polivalencia —puede actuar como pivote, interior o incluso lateral derecho— lo convierte en una pieza estratégica en un equipo corto de efectivos tras varias salidas.

El alemán ha comunicado a la dirección deportiva que el futbolista debe permanecer en la plantilla y tener un rol activo. La llegada de Flick, en este sentido, ha supuesto un cambio de rumbo respecto al plan inicial que valoraba su venta para cuadrar cuentas o facilitar alguna operación de mercado. Para el técnico, Casadó representa el tipo de jugador que puede marcar diferencias sin necesidad de focos.

Casadó, un canterano con ADN competitivo

Formado en La Masia, Casadó ha sido durante años uno de los líderes silenciosos del Barça Atlètic. Sin grandes alardes técnicos, su fútbol se construye desde la lectura del juego, la agresividad sin balón y la inteligencia en los espacios intermedios. En la temporada pasada firmó varios encuentros de notable nivel ante rivales de entidad, como el Atlético o el Nápoles.

Marc Casadó Instagram (1)

Su perfil guarda similitudes con el de Oriol Romeu, pero con mayor proyección física y margen de crecimiento. Flick lo sabe y confía en su evolución. Por eso ha pedido detener cualquier movimiento que implique su salida, ya sea venta o cesión. En un equipo que busca redefinir su identidad tras la etapa Xavi, la consolidación de Casadó puede ser clave en la nueva era.

El técnico alemán está decidido a apostar por jugadores con carácter, hambre y mentalidad de equipo. Casadó, con solo 21 años, ha demostrado que puede ser uno de ellos. En una plantilla en plena reestructuración, mantener a futbolistas comprometidos con el escudo es más necesario que nunca.