En 2004, Ajmat Kadírov murió en un atentado en Grozni, la capital de Chechenia. En aquel momento, el presidente ruso, Vladímir Putin, confió en su hijo Ramzán para ocupar la presidencia de la república. Los Kadírov se convirtieron al principio de los 2000 en una pieza fundamental del Kremlin para controlar el territorio y sofocar cualquier aspiración separatista. A cambio, Putin les permitió instaurar un clima de terror, donde se aplica la violencia contra la disidencia. Cuando murió Ajmat, Ramzán tenía 27 años y por ley tuvo que esperar hasta 2007 para cumplir 30 años y poder acceder a la presidencia de Chechenia. Desde entonces, ha gobernado con mano dura y con una fidelidad absoluta a Putin. Sin embargo, desde 2019 los rumores sobre sus problemas de salud son cada vez más frecuentes, e incluso se ha puesto sobre la mesa la cuestión de la sucesión. Una muerte repentina de Ramzán Kadírov sería un grave problema para el Kremlin y abriría un periodo de gran incertidumbre entre los chechenos.

Afectaciones en el páncreas

Las primeras alarmas saltaron por su ausencia en las redes sociales, ya que Ramzán es un usuario habitual. Además, sus apariciones públicas han empezado a disminuir y su imagen de hombre vigoroso ha pasado a la de un hombre con rasgos de fragilidad física. Con la cara hinchada, la mirada perdida e, incluso, problemas para caminar. Sus ausencias se han justificado como "bajas por incapacidad temporal" como consecuencia de "problemas de salud menores". La alarma creció en abril de 2024, cuando Nóvaya Gazeta Evropa publicó que sufría una necrosis del páncreas desde el año 2019. La mayoría de la prensa local ha dado por buenas las informaciones, e incluso hay quienes aseguran que se trata de una enfermedad terminal.

A principios del mes de julio, se difundió un vídeo de Kadírov participando en una reunión con altos cargos del gobierno checheno, la primera en tres meses, y en la que también se le veía físicamente castigado. Aprovechó para dirigirse a quien especula sobre su estado de salud y su continuidad al frente del país y los tildó de "ratones" y "cotillas escondidos en el extranjero". En este sentido, aseguró: "Hago un llamamiento a los que escriben cosas baratas: estamos vivos" y defendió que "el sistema de gobierno está bien establecido y no es necesario celebrar reuniones cada día". Desde hace años, cualquier movimiento en falso de Ramzán se ha interpretado como una señal de una dimisión inmediata. El pasado mes de mayo, pidió "ser relevado del cargo" como líder del país, aunque también hizo comentarios similares en 2016, 2020 y 2022, pero que le valieron para conseguir más concesiones por parte del Kremlin. Uno de los motivos principales por los que se rumorea sobre su dimisión son sus visitas frecuentes a los Emiratos Árabes. Precisamente allí fue donde se trató de su enfermedad y guarda parte de su fortuna millonaria. Según relata elDiario.es, otro motivo que hace sonar las alarmas son los nombramientos de familiares de Kadírov en cargos de la Administración. Los medios locales cifran en entre 30 y 50 los familiares o amigos del líder checheno que ocupan cargos en las estructuras gubernamentales. Los expertos aseguran que se trata de una estrategia para asegurar su protección, y establecer un sistema patrimonialista de enriquecimiento y corrupción familiar.

El posible sucesor de Ramzán Kadírov

En abril de este año, Ramzán nombró a su hijo Adam, de 17 años, secretario del Consejo de Seguridad de la región. Un movimiento que muchos medios chechenos interpretaron como una nueva prueba de que será el elegido para sucederlo en el poder. Cuando solo tenía 14 años, lo designó como director de su Servicio de Seguridad, el mismo cargo que Ramzán ocupó durante la presidencia de su padre. El joven fue grabado mientras le daba una paliza a un recluso de un centro de detención de Grozni. La víctima fue detenida por quemar un Corán, y fue condenado a 14 años de prisión. El padre de la criatura compartió orgulloso el vídeo y lo distinguió con seis medallas y el título de Héroe de Chechenia. Según detalla Marta Ter —autora del libro La Chechenia de Kadírov— al digital, Adam tiene dos hermanos mayores, Zelimján, de 18, que está centrado en las artes marciales, y Ajmat, de 19, que es ministro de Juventud y Deporte. El principal problema de que Adam sea el sucesor es que tendría que esperar hasta el 2037, cuando tenga 30 años. La ley que lo establece es una norma federal rusa que el Kremlin no quiere cambiar.

Una de las personas en quien confía más Kadírov es Adam Delimjánov, miembro de la duma estatal rusa desde 2007 por el partido de Putin. Además, en 2022 lideró las fuerzas chechenas en el Dombás y dirigió el asedio a Mariúpol. También ha sido acusado de participar en los asesinatos y torturas de personas contrarias al régimen. Según señala el medio, uno de los nombres más recurrentes que se oyen para sustituir Ramzán es Magomed Daúdov, primer ministro de la república, que fue presidente del parlamento. También hay informaciones de que habría torturado a disidentes del régimen y que ha liderado las purgas de homosexuales en Chechenia. Otro de los que está ganando números es Apti Alaudínov, un general de la división del ejército ruso, comandante de las fuerzas especiales chechenas Ajmat. Según la escritora, la única certeza es que el sucesor de Kadírov no se decidirá en Chechenia sino en Moscú, y los chechenos lo tendrán que aceptar. Con todo, uno de los temores de Moscú en caso de destronar a los Kadírov es que aquellos que hubieran jurado venganza de sangre contra ellos aprovechen para consumarla. En Chechenia, cuando una familia se siente agraviada por un asesinato o una violación, tiene el deber de reclamar una venganza contra los agresores y sus parientes para restaurar el honor perdido. Es precisamente por eso que los Kadírov deberían temer más la muerte de Putin que la de Ramzán.