"Es increíblemente frustrante. Hemos perdido toda la competitividad. Solo me tenéis que escuchar, he encontrado una forma de gestionar mejor estos problemas". Este fue uno de los enigmáticos mensajes que soltó Charles Leclerc por radio, cuando estaba en la parte alta de la clasificación. En aquel momento nadie entendía nada, ya que el monegasco estaba luchando por la victoria, pero de golpe sus tiempos se desplomaron, hasta caerse del podio.

Las sospechas de George Rusell

George Rusell, que vio como Leclerc casi lo echa de la pista cuando le adelantó, una temeridad que terminó en sanción para el monegasco, no dudó en poner en preaviso a la FIA, dejando caer que Leclerc podría estar conduciendo un monoplaza ilegal. "Vi lo lento que conducía. Lo único que se nos ocurre es que habían puesto el coche demasiado bajo y necesitaban aumentar la presión de los neumáticos para el último stint (cuando Leclerc paró por segunda vez)", dejó caer Rusell.

"También usaron un modo de motor que hacía que el motor fuera más lento al final de la recta, justo donde más se desgastan las tablas del suelo. ¿Problema de chasis? Obviamente, Leclerc no te va a decir que estaban al borde de ser ilegales. Eso es lo único que se nos ocurre basándonos en los tiempos por vuelta y en el modo de motor que estaban usando, y cosas así", añadió el piloto de McLaren.

Leclerc afirma que había un problema en el chasis

Y es que la pérdida de competitividad de Ferrari y las quejas de Leclerc cuando, aparentemente, iba como un tiro, ha abierto el debate sobre si los mensajes del piloto de Ferrari estaban siendo dados en clave, para esconder que realmente estaba rodando con el motor muy pegado al suelo, lo que no es legal.

No hay que olvidar que en el Gran Premio de China, ambos Ferrari fueron descalificados por un motivo similar al que mencionó George Russell: el desgaste excesivo de la plancha del fondo plano. Esta pieza, crucial para el reglamento técnico, no puede reducirse por debajo de los 10 milímetros de grosor. Cuando un coche circula demasiado cerca del asfalto, el riesgo de desgaste aumenta significativamente. Ajustar la presión de los neumáticos podría ser una de las soluciones para mitigar este problema y evitar futuras sanciones. "Obviamente en el coche no tenía toda la información, pero ahora sí. Desde la vuelta 40 tuvimos un problema en el chasis. Desde ese momento fui un pasajero, no podía hacer nada más. Tenía mucha frustración en el coche porque pensaba que el problema derivaba de otra elección hecha en el coche, pero no era así", se limitó a afirmar Leclerc después de la carrera. ¿Problema de chasis? Es la gran duda que, de momento, no se ha revelado.