Cristiano Ronaldo ya es historia en el Real Madrid. El jugador portugués, enfadado con el club blanco y el presidente Florentino Pérez, decide no cumplir su contrato, que expiraba el año 2021, para fichar por la Juventus de Turín.

Por voluntad expresa del jugador, el Madrid ha hecho público su adiós en un frío comunicado. Con Ronaldo camino de Turín, donde le esperan con los brazos abiertos después de pagar más de 100 millones de euros por él, Florentino empieza a pensar cómo llenará su vacío. El nombre de Neymar vuelve a sonar con fuerza.

El Madrid necesita un golpe de efecto para el nuevo proyecto de Julen Lopetegui, que empieza con la única certeza de Álvaro Odriozola, un lateral derecho. Neymar, un año después de aterrizar en el París Saint-Germain, voz como el camino hacia el Santiago Bernabéu está más libre que nunca.

Neymar, de vacaciones por culpa del catalán Robert Martínez, tendrá que forzar la máquina para convencer a los dirigentes del PSG, de que pagaron al Barça 222 millones y lo ven como el mejor embajador de su marca por todo el mundo. Está claro que Florentino, que le guiñó el ojo al delantero brasileño en la última gala del Balón de Oro que ganó Ronaldo, intentará su contratación.

La llegada de Neymar sería un movimiento estratégico, que cubriría la misma posición que ha ocupado Cristiano los nueve años que ha pasado vestido de blanco. Es una operación muy complicada porque hay mucha gente implicada, pero no es imposible en un fútbol cada vez más irracional.