El pasado jueves el Barça cerró una de las ventas más cuestionadas de los últimos tiempos. Carles Pérez, futbolista formado en la Masia y que se había consolidado en el primer equipo, ha sido objeto de desprecio por parte de la cúpula directiva del club y se ha convertido en una moneda de cambio.

Carles Pérez se marchó cedido a la Roma a cambio de 1 millón de euros, pero el club italiano tiene una una opción de compra obligatoria de 11 millones más 3,5 en variables. Unas cifras que son una manera de esconder el fichaje encubierto.

Carles Perez Roma @OfficialASRoma

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Tal como explicó la Roma en su comunicado, "el acuerdo prevé la obligación de adquisición directa por 11 millones de euros sujeto a la ocasión de determinadas situaciones deportivas y al pago de una cuota variable". Y estas situaciones determinadas son dos cláusulas surrealistas, de las cuales ya se ha cumplido una de ellas.

Carles Pérez tiene que ser fichado por la Roma a final de temporada si juega al menos un partido con el conjunto italiano y si el club suma un punto. De momento, este pasado domingo ya debutó con el equipo romano en el campo del Sassuolo. El extremo de Granollers entró en el minuto 66 y, por lo tanto, completó un primer requisito: jugar un partido.

Sin embargo, todavía no ha conseguido el punto que espera al Barça. Derrota por 4-2 contra el Sassuolo y a esperar al próximo fin de semana. Como mínimo un empate de la Roma en lo que queda de temporada y el Barça se asegurará a final de temporada el ingreso de 11 millones. Y Carles Pérez será oficialmente de la Roma hasta junio del 2024.